Adrogué vivió una tarde de emociones tricolores, Brown goleó por 3 a 0 a un Defensores de Belgrano sin espíritu con goles de Grecco en la primera parte y Minadevino en dos ocasiones en el complemento
Después de la gran victoria como visitante frente a unos de los animadores del torneo, Villa Dálmine, Brown buscaba revalidar su buen pasar en su casa y ante su gente, recibiendo a Defensores de Belgrano y vaya si lo hizo.
El conjunto de Pablo Vicó demostró ante el "Dragón" que está en alza y que buscará pelear el título hasta el final, mientras que el de Guillermo Duró tuvo un partido para el olvido y el DT poco acertó con sus cambios para que la historia sea otra.
En lo que es el juego, el "Tricolor" con poco fue haciéndose dueño del partido y el terreno, un error de Maximiliano Serrano hizo que Gastón Grecco corra cerca de 40 metros libre y enfrente a Carlos Bangert y con un potente disparo a quemarropa le venciera las manos para abrir el tanteador. Defensores no reaccionó en ningún momento, siguió jugando de la misma manera, mal. El primer tiempo se cerró con una buena imagen del local y con la promesa de más. En la segunda mitad los de Adrogué manejaban la pelota y buscaban el error del rival, Duró ya había metido mano en el equipo pero no encontraba resultados, la viveza del entrenador local hizo que su equipo sea protagonista y no dudó en meter un delantero, entró Minadevino por Pasquale, lo más flojo en el local y el ex Dragón aplicó la famosa ley del ex y facturó en apenas 20 segundos de haber ingresado, en una linda definición para el dos a cero y cerraba el partido. Los del Bajo Nuñez no hicieron más que esperar que corra el tiempo para que termine el partido, sin ideas y reacción no encontró la manera de llegar a Burtovoy. Sobre el final llegó un tanto extra de Martín Minadevino, con espacio y tiempo enfrentó a Bangert que le cerró el ángulo de tiro, pero el goleador de la tarde le “empaló” la pelota y marcó por encima del uno decretando la goleada. Mucho para pensar en Duró para poder cambiar esta pálida imagen mostrada, mientras que Pablo Vicó sigue sonriendo por las dos victorias consecutivas de sus muchachos.
