La situación fue reportada por uno de los pasajeros que descendió del transporte. Tras perseguir el vehículo, agentes lograron detener a los pasajeros que habían insultado violentamente al colectivero. Entre sus vestimentas portaban una cuchilla y varias herramientas de construcción.
Hace unas semanas atrás, la muerte de un colectivero en La Matanza, movilizó a todos los trabajadores de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en reclamo de mayor seguridad. En esta oportunidad, efectivos de la Comisaría N°2 de Almirante Brown lograron evitar lo que podría haber sido otra tragedia.
Todo comenzó a bordo de un micro de la línea 160, en su recorrido por las calles de Burzaco. El miércoles, en horas de la medianoche, dos pasajeros comenzaron a insultar al conductor, generando gran incomodidad e incertidumbre entre los presentes.
Como consecuencia, cuando uno de los vecinos descendió del vehículo, decidió reportar esta situación ante las autoridades policiales. Los uniformados persiguieron el colectivo para evitar que el conflicto se agrave y proteger así la vida del trabajador.
Finalmente, lograron interceptarlo entre las avenidas República y Alsina. Entrevistaron al chófer, quien le confirmó el acontecimiento denunciado y señaló a dos hombres como los culpables de este incidente.
Como es habitual, los agentes pasaron a realizar un cacheo preventivo de ambos acusados. Se encontraron con que entre sus ropas llevaban una cuchilla y varias herramientas de construcción. Los objetos fueron incautados. Asimismo, se arrestó a los pasajeros y trasladó a la Comisaría N°2 de Almirante Brown.
A raíz de estos episodios, en las últimas semanas el Municipio ha llevado adelante más de 60 operativos semanales. Estos consisten en inspeccionar a los colectivos que circulan en el horario nocturno. Se les pide a los pasajeros su identificación para controlar que todos este en orden.
Los controles son llevados adelante por efectivos de la Policía Bonaerense y Local. Se trata de un trabajo coordinado con la Secretaría de Seguridad del Municipio. Gracias a esta iniciativa, se realizaron detenciones por tenencia de estupefacientes, pedidos de captura e incluso portación de armas.
Hace dos meses atrás, uno de los trabajadores de la línea 271 fue víctima de otro ataque. Cuando el conductor había llegado al final del recorrido en Temperley, un pasajero se negó a bajar. Sacó un arma y lo obligó a realizar unas cuadras más.
Minutos más tarde, efectuó dos disparos en su pierna y huyó llevándose el celular de la víctima. El chófer, oriundo de Solano, debió ser trasladado de urgencia al hospital Gandulfo, ubicado en el área céntrica de Lomas de Zamora. Afortunadamente, esa misma noche pudo regresar ya a su casa.
En reclamo ante esta situación de violencia, trabajadores de la empresa realizaron un paro. Este duró desde las 3, horario en que habitualmente parte desde Burzaco, hasta las 8. De esta manera, afectó a gran parte de los vecinos.