Inició la temporada más calurosa del año y con ella aparecen reeditados los problemas que acarrea la exposición al sol. Enrojecimiento, manchas, ampollas e insolaciones, son los males más comunes durante la época estival. Los menores de 5 años y los adultos mayores de 65 son los más afectados. Cómo prevenirlo.
Con el paso de los años, la protección de la piel expuesta al sol pareciera tener que ser más fuerte. Los horarios para tomarlo se reducen y la información sobre posibles problemas en la dermis se difunden más con el objetivo de evitar daños irreversibles.
“Lo ideal es que se tome conciencia de los cuidados que hay tener, lo cual no significa que una persona no pueda meterse a la pileta, al mar o al río durante los horarios en los que se recomienda no exponerse (de 11 a 16). Hay que seguir siempre las precauciones”, expresó en diálogo con DeBrown.com.ar el dermatólogo Luis Serrano (M.P 27218/ M.N 52001).
Explicó que “es imprescindible ponerse protector solar y reforzarlo durante los horarios del sol más fuerte”. Además, el especialista recomendó “tener siempre a mano algún gorro para cubrir la cabeza y evitar daños en la piel del rostro e insolación, y no permanecer prolongadamente expuestos a los rayos UV”.
Por su parte, el Ministerio de Salud de la Nación, a través del Instituto Nacional del Cáncer (INC), también aconsejó a la población extremar las medidas preventivas para disfrutar sin riesgo de padecer enfermedades de la piel y advirtió que ante cualquier duda sobre la aparición de manchas consulten al centro de salud más cercano.
La recomendación de la cartera sanitaria se enmarca dentro del aumento que se produjo en los últimos 50 años de la incidencia de los cánceres de piel, lo que hace de los cuidados frente a la exposición a los rayos ultravioletas (UV) un problema de salud pública.
“Es importante tener en cuenta que se han incrementado los comportamientos de riesgo frente a la exposición solar, debido a que estar bronceado se ha convertido erróneamente en sinónimo de belleza, bienestar y aspecto saludable”, expresó Javier Osatnik, miembro del Consejo Directivo del INC.
Y agregó: “Es conocido desde hace tiempo que las radiaciones luminosas de origen solar o las que provienen de fuentes artificiales pueden provocar daños graves en los ojos (cataratas, lesiones en la retina), envejecimiento prematuro de la piel (arrugas, manchas) y diferentes tipos de cánceres cutáneos”.
¿Qué tipo de lesiones puede provocar el sol?
Según explicó Serrano, el sol tiene dos efectos. Uno agudo y uno crónico. “El efecto agudo es el que aparece rápido, dentro de los 48 horas, que es el enrojecimiento, la quemadura solar, las ampollas y posteriormente el color: el bronceado”, destacó.
En tanto, explicó que con la parte crónica “aparecen las manchas oscuras y claras, queratosis y en los casos más complicados o extremos sería el cáncer de piel”.
“Con todas las campañas de la Sociedad Argentina de Dermatología y el control de los lunares y lesiones que aparecen o se modifican, la gente consultan más y es más conciente de que una mancha en la piel puede ser un cáncer de piel”, opinó ante la consulta de este medio.
Cómo actuar
La quemadura de primera grado es el enrojecimiento de la piel. Es el síntoma más común durante el verano. Por ende, la quemadura solar típica se produce a raíz de esa exposición. El dermatólogo explicó que “lo que hay que hacer son baños con agua fría y después hidratar mucho la piel”.
“Seguramente la pérdida de la primera capita de piel, la epidermis, no la podremos evitar porque es común. Sin embargo, hidratando pasará más desapercibida”, expresó el doctor, al tiempo que aclaró: “Si las manchas persisten o se producen ampollas. Lo ideal es recurrir a un especialista para que pueda brindarles una correcta solución”.
