Se trata de Oscar Sosa, quien había sido imputado por “Homicidio simple”. El Tribunal lo encontró culpable del crimen de la joven de 22 años ocurrido en 2015, en Glew. La pena es un año menor a lo exigido por la fiscalía, que pedía perpetua.
A dos años del crimen, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 8 condenó a Oscar Sosa a 24 años de reclusión por el asesinato de Melisa Tuffner, en 2015. Se trata del único detenido por la muerte de la joven de 22 años, que murió a raíz de una brutal golpiza y una puñalada en la cabeza.
Los jueces Nicolás Amoroso, Gustavo Ramilo y Alejandro Garlata dieron a conocer el dictamen este mediodía, durante la última audiencia del juicio oral. La sentencia es un año menor a lo solicitado por el fiscal que intervino como querellante en la causa Pablo Pando.
En este sentido, Pando había argumentado que se debían tener en cuenta “los antecedentes delictivos” del acusado. En tanto, la defensa del acusado había reclamado la absolución; y que se lo castigara con ocho años de cárcel “en el caso de que la Justicia lo encontrara culpable”.
El proceso comenzó el jueves 26 de octubre pasado con una jornada que se extendió por más de siete horas. En total, declararon 13 de los 50 testigos que tenía la causa. Entre ellos, allegados de la víctima y el acusado; vecinos que socorrieron a Melisa; y médicos que brindaron detalles sobre la autopsia.
El juicio pasó a un cuarto intermedio hasta martes 31 de octubre. Se expusieron los resultados de las pericias psiquiátricas a las que se sometió Sosa. Los profesionales determinaron que, sus rasgos, pueden provocar “actos desviados a la norma y tendientes a la transgresión”.
Ante el tribunal, la psicóloga Debora Ayzaguer, quien se desempeña en la oficina pericial de Lomas de Zamora, dependiente de la Corte Suprema de Justicia, advirtió que Sosa tiene “un discurso religioso” y que “utilizaba la imagen de Dios como orientación a sus actos”.
En tanto, el perito psiquiatra Carlos Guillermo Voss, aclaró que “comprende la criminalidad de los actos”, por ende no podría ser considerado inimputable. Confirmó además que tiene una “tendencia hacia la inestabilidad”, lo cual puede derivar en “conductas descontroladas”.
“Ojalá se haga justicia. Es lo que esperamos y tenemos fe de que el tribunal se va a basar en las pruebas”, expresó el padre de la víctima Marcelo Tuffner en diálogo con www.deBrown.com.ar, al término de la última audiencia. Símbolo de lucha permanente, los Tuffner encontraron la Justicia que buscaron por dos años.
El hecho ocurrió el 19 de julio de 2015 cuando Melisa se dirigía al centro cultural “Gringo viejo”. Alrededor de las 19, un grupo de vecinos de la zona la encontró desvanecida en el cruce de Ascasubi y Gutiérrez, a seis cuadras del lugar al que iba.
La joven falleció en el hospital Sirio Libanés de Capital Federal, adonde llegó con muerte cerebral, derivada desde la Unidad de Pronta Atención (UPA) de Longchamps. La autopsia confirmó que los golpes y lesiones que tenía en la cabeza fueron hechos con un arma blanca.
