Se trata de Pablo Guevara. Señaló que el día del asesinato, su hermano Gabriel lo llamó y le pidió ayuda. Reconoció que fue él quien desordenó las cosas para simular que se había tratado un robo. Negó haber participado del femicidio.
Pablo Guevara, el cuñado de la enfermera asesinada en Longchamps, dio finalmente su versión de los hechos. El hombre se había negado la semana pasada a prestar declaración indagatoria ante la fiscal Marcela Juan. Negó haber participado del crimen y señaló a su hermano, Gabriel, como el homicida.
Según fuentes judiciales, el joven contó que el día del asesinato su hermano lo llamó. “Me mandé una cagada, ayúdame”, habrían sido las palabras de la pareja de Coronel. Ante este pedido, habría acudido a la vivienda. Allí, horas más tarde, se encontraría el cuerpo de Marcela sin vida.
Los investigadores habían encontrado en la propiedad indicios de que alguien había limpiado la escena del crimen. Pablo admitió haberse encargado de esta tarea, pero negó rotundamente haber participado del asesinato.
Explicó que acomodó el espacio de manera tal que simulara haberse tratado todo de un robo. Este detalle había sido advertido por los peritos cuando hicieron una prueba de luminol en la vivenda. Los objetos habían sido colocados a propósito para tapar las manchas de sangre que habían sido lavadas.
El cuñado de Coronel reconoció también haberse llevado a la hija del matrimonio de su casa. Este hecho había sido ya comprobado gracias a las cámaras de seguridad del Municipio.
En las imágenes se podía apreciar cómo la mañana del crimen el hombre trasladaba en sus brazos a la pequeña por las calles de Burzaco, localidad donde fue encontrada. Estaba a unas 40 cuadras de distancia de su hogar.
Personal policial arrestó el pasado sábado a los hermanos Guevara. Pablo quedó imputado por el delito de “Homicidio agravado por alevosía”; mientras que Gabriel quedó señalado como el autor material del crimen.
Por el momento, la información aportada por la Justicia sobre la declaración sólo corrobora los datos que los investigadores ya tenían. Se espera que con el correr de las horas se conozcan más detalles que ayuden a resolver quién asesino a Marcela Coronel.
En diálogo con los medios, el padre de ambos sospechosos afirmó: “Para mí Gabriel es inocente. Yo conozco a mis hijos”. Señaló a Pablo como el posible asesino. Contó que el cuñado de la enfermera vivió 20 días en la propiedad de Longchamps y que sabía que podía ingresar por una de las puertas sin llaves.
Su hipótesis apuntaba a que Pablo entró a robar a la vivienda y, tras ser sorprendido por la mujer, la mató. A su vez, indicó que faltaban $5 mil en el hogar que iban a ser destinados para pagar el alquiler.
La pareja de la víctima, en declaración indagatoria, lanzó las mismas sospechas sobre su hermano. Además de ratificar los dichos de su padre, describió a su hermano como un hombre "muy violento".
Gabriel contó también que el joven solía trabajar en la Policía, pero que fue echado por robarse una moto secuestrada en un operativo. No obstante, su relato aún continúa siendo inconsistente y contradictorio para la fiscal.
Agentes policiales encontraron en la casa de Guevara pertenecías de la víctima. Secuestraron la credencial que Marcela usaba para identificarse como enfermera del hospital Italiano.
También los efectivos encontraron en la vivienda un celular que sería de Coronel y una tablet. Los investigadores buscaban intensamente el teléfono ya que podría aportar datos claves para reconstruir qué pasó ese día.
