Lo reveló el último informe de la asociación civil Casa del Encuentro. En la última década, la cifra ascendió a 2679 asesinatos, lo que supone un promedio de 260 muertes al año.
Entre el 1° de enero y el 31 de diciembre de 2017 se contabilizaron 295 femicidios en Argentina, según reveló la asociación civil Casa del Encuentro en su último informe.
Los datos son producto del trabajo del Observatorio de Femicidios en Argentina "Adriana Marisel Zambrano". El organismo reúne casos publicados por las agencias Télam, DyN (hoy sin funcionamiento); y otros 120 diarios de distribución nacional y/o provincial.
De acuerdo al seguimiento, en 2017 se igualó el récord de los últimos diez años, alcanzado en 2013. Además, el informe, que presentó la directora de la entidad Ada Rico, arrojó que desde 2008 se produjeron 2679 casos de femicidios.
El estudio presume que se produce una muerte en manos de la violencia machista cada 30 horas. Además, dejó al descubierto algo que es más preocupante aún: la violencia con la que los agresores asesinaron a sus víctimas aumentó.
Con respecto a este punto, la investigación evidenció que “uno de cada cuatro crímenes fueron cometidos con armas de fuego”. Las mujeres baleadas fueron 719; las apuñaladas 633; las asesinadas a golpes 413; las estranguladas 211; las incineradas 135; las degolladas 132; las asfixiadas 110, entre otras formas.
Asimismo, alertó sobre el incremento de la participación de agentes de fuerzas de seguridad, activos o ya retirados. Hubo 154 femicidios en sus manos, que gatillaron armas reglamentarias contra sus parejas o ex esposas.
Además, según el relevamiento la cantidad de mujeres con signos de abuso sexual fue de 262; mientras que las asesinadas “con presunción de prostitución o trata” fueron 81. En tanto, en el 66 por ciento de los episodios, las víctimas tenían entre 19 y 50 años. Se trata de mujeres que en el 14 por ciento de esas situaciones había denunciado a su atacante.
En 2008, apenas diez de las 208 víctimas tenían una medida cautelar que le impedía al hombre acercarse; contra 21 en 2017. La comparación destapó otra problemática subyacente: la falta de respuesta de la Justicia en estos casos.
Con respecto a los femicidas, 1016 eran esposos o parejas; 645 ex esposos o ex parejas; 211 “vecinos o conocidos”; 129 “padres o padrastros”; 167 “otros familiares”; 57 “hijos o hijastros”; 5 “prostituyentes”. En total, un 83 por ciento de los casos fueron producidos por personas cercanas a las víctimas.
En tanto, el 51 por ciento de los fallecimientos se produjeron en la vivienda de la mujer. Y 665 episodios ocurrieron en la “vivienda compartida con el femicida”; 102 en la vivienda del victimario; 20 en “otra vivienda”; 209 en la vía pública; 47 en el lugar de trabajo;y 177 en descampados o terrenos baldíos; entre otros lugares.
Pero también hubo víctimas colaterales. Es que 3378 hijas e hijos se quedaron sin madres a raíz de los femicidios. De ellos, más de un 66 por ciento son menores de edad.
La investigación, que se presentó en el Anexo C de la Cámara de Diputados, se llevó a cabo con el apoyo de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad; la Fundación Avon para la Mujer y el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad.
