En coincidencia con el feriado por el Día del Respeto a la Diversidad Cultural, festejará el lunes un nuevo aniversario. Habrá desfiles de instituciones y de centros tradicionalistas. Conocé más.
Glew, una de las localidades más antiguas de la Comuna, cumple hoy 153 años de vida. La celebración será este lunes, en coincidencia con el feriado. Se realizará en la plaza San Martín, sita en Hilario Ascasubi; Evaristo Carriego, Rafael Obligado y Olegario Andrade.
El acto comienza a las 10. Será encabezado por las autoridades municipales. Según anticiparon, habrá desfiles de instituciones y de centros tradicionalistas. Pero el festejo no terminará ahí.
Se espera que después del mediodía continué la celebración en el predio Telepostal, en frente del Circuito de Ciclismo y Aerobismo de Glew. Se presentarán grupos musicales y un ballet folclórico.
Además, habrá una feria de artesanos y se instalarán juegos para los más pequeños. Se realizará también una parrillada y se venderán bebidas a precios económicos.
Sus orígenes datan de 1810, cuando una dama muy reconocida, doña Clotilde, heredó de su esposo las tierras de esta zona. Anteriormente, se presume que habitaron pueblos nómades, cazadores y pescadores, de los que han quedado pocos rastros.
Su nombre no aparecería hasta 1857, cuando adquiere las tierras don Juan Glew. Este edificó en Avellaneda y Moreno, frente a la estación, el primer almacén de ramos generales y vendió parte de las tierras al Ferrocarril del Sud. En marzo de 1865, donó un terreno de su propiedad para las vías y la terminal.
Fue con el arribo del tren que la actual ciudad browniana fue invadida por el progreso. En ese entonces el ex propietario de la estancia se encontraba desaparecido. Sus descendientes dividieron el campo heredado y se adjudicaron distintas fracciones.
Más tarde, los terrenos ubicados al este de las vías del tren, se llamaron “Pueblo Nuevo de Glew”; se volvió más comercial y aumentó su población. En 1905, Sarmiento firmó el edicto para la fundación de la Escuela Nº 4 en Ministro Rivadavia que luego se trasladó aquí.
Inmigrantes provenientes de la primera guerra mundial se asentaron en los fondos del pueblo nuevo. Así, nació una inmensa colonia alemana. En 1960 llegó otra corriente migratoria: japoneses que se emplazaron en los fondos.
En 1975 el antiguo pueblo ascendió al rango de ciudad, sumándose a las localidades de Mármol, Claypole, Longchamps, Ministro Rivadavia, San José, Burzaco, Rafael Calzada y Adrogué. De esta forma, se conformó el partido de Almirante Brown.
La capilla Santa Ana guarda una de las páginas más reconocidas de la pinacoteca argentina: los frescos que Raúl Soldi dejó pintados en sus paredes. Los mismos invitan a acercarse a ese universo de criaturas inocentes y climas afables que es el rasgo característico de su obra.
La Fundación, que lleva el nombre del artista, también fue creada por iniciativa de él. Allí se exhiben 60 obras, entre óleos, dibujos y grabados, que abarcan distintas etapas pictóricas desde 1927 hasta 1978.
Soldi donó el edificio donde se ubicaría otro de los lugares icónicos de Glew. Se trata de la Biblioteca Popular Pablo Rojas Paz, que se inauguró oficialmente el 22 de marzo de 1969.
La entidad funciona en la sede de Aristóbulo del Valle y Mansilla. El nombre es en homenaje al escritor tucumano, quien fue un gran amigo del pintor.
