Se trata de Pablo Javier Passalia. Se enamoró de estos seres extintos gracias a la película Jurassic Park y cumplió su sueño al formar parte de grandes excavaciones. Conocé su historia.
Pablo Javier Passalia sabía sin duda cuál era su sueño y fue tras este. El vecino de Adrogué tiene 31 años y desde 2011 trabaja con fósiles de dinosaurios, un empleo que él considera su vocación.
“Todo lo respecta al pasado, me interesa. Antes me gustaban más las campañas porque uno está haciendo un pozo para desenterrar algo y capaz sos la primera persona que lo ve o lo agarra. Por ahí es un huesito tiene 99 millones de años”, explicó el browniano en diálogo con www.deBrown.com.ar.
Como a muchos, el amor por estos seres se le despertó con la película Jurassic Park, cuando tenía sólo seis años. “Mis viejos me llevaron a verla y quedé fascinado”, confesó.
“Después salió una colección de revistas de paleontología que en ese momento no era accesible para conseguirla. Pero en vez de comprarme juguetes, me compraban las revistas. No era para chicos pero las coleccioné igual y hasta ahora me las sé de memoria”, continuó.
Esta pasión, lejos de haber quedado en un recuerdo de la infancia, fue aumentando año tras año. Los documentales que se trasmitían en televisión fueron un eje clave para poder incrementar su conocimiento. “Ya no era lo fantasioso de Jurassic Park”, resaltó.
Tiempo después de haber terminado la secundaria y, tras haber dejado el CBC de la carrera de veterinaria, Passalia comenzó la licenciatura en paleontología en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de La Plata.
Por temas económicos, Pablo tuvo que dejar de estudiar. Sin embargo, firme en sus convicciones, jamás bajó los brazos y asistió a dos Congresos sobre esta maravillosa ciencia que le abrieron las puertas. Fue así como le ofrecieron trabajar como técnico en Paleontología en Neuquén, Mendoza y Río Negro.
“La excavación más importante en la que estuve fue un Terópodo en la ciudad de Malargüe, en una minera. Estuve con cuatro compañeros sacando un carnívoro y estábamos en la punta de un cerro, al límite de un precipicio y trabajamos ahí dos meses. Fue peligroso pero estuvo muy bueno”, relató.
Tras haber trabajado casi cinco años, volvió a las tierras de Adrogué aunque sabía que su corazón estaba en otro lado. Poco tiempo después, la suerte volvió a tocar a su puerta y lo convocaron para una importante excavación en Chubut.
“Cuando llegué a Trelew hicimos la réplica del dinosaurio que se sacó completo. Nosotros salimos en un documental de la BBC trabajando. Al otro año se volvió a hacer uno nuevo y se lo llevó a la ciudad de Chicago en Estados Unidos. Fue una experiencia muy buena”, resaltó.
Actualmente, Passalia realiza moldes y réplicas de huesos en el Museo Paleontológico Egidio Feruglio, ubicado en el sur del país. Estas piezas son las que son exhibidas en el lugar. Requiere de un arduo labor ya que, muchas veces, cuando desentierran un dinosaurio le falta parte de su esqueleto y ellos deben completarlo basándose en otros que se le asemejen.
“No lo veo como un trabajo. Me levanto todos los días y como que me voy a hacer el hobbie perfecto para mí. Seiempre aparece algo nuevo”, confesó y agregó que esa incertidumbre de no saber exactamente qué es lo que se encuentra, le fascina.
¿Un sueño para el vecino de Adrogué? “Poder seguir con esto hasta que me dé”
