Lo confirmaron desde la sede local de SUTEBA. En plena ola polar, varios establecimientos decidieron suspender las clases o reducir su carga horaria. Exigen al gobierno provincial que accione de manera urgente. Conocé los detalles.
Esta semana las temperaturas descendieron por el ingreso de una ola polar que azota Buenos Aires. Son cada vez más las escuelas que reclaman que, con frío y sin calefacción, no se puede estudiar.
En Almirante Brown este número asciende a 61 establecimientos que no cuentan con este servicio esencial. Docentes, padres y alumnos le exigen a la administración de María Eugenia Vidal una solución urgente.
Entre las localidades más afectadas se encuentran Glew, San José y Claypole. Así lo informaron autoridades locales del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (Suteba) a www.deBrown.com.ar
Ante la falta de gas, varias escuelas se vieron obligadas a suspender las clases o bien llevar adelante una reducción horaria y enviar tarea para el hogar.
"La falta del suministro no permiten que las aulas estén calefaccionadas e impiden el funcionamiento de las cocinas y la provisión de alimentos e infusiones calientes", explicó su secretario adjunto Darío Flores.
Según advirtió SUTEBA, esta situación se replica en cientos de escuelas de la provincia de Buenos Aires. "Con temperaturas bajas y un invierno que recién empieza, alumnos y docentes nuevamente sufren las consecuencias de un Estado ausente, poniendo en riesgo la salud y el derecho a la educación adecuada", manifestó el gremio a nivel nacional en un comunicado.
Y advirtieron: “Esta es sólo una muestra de la cruda realidad de escuelas perjudicadas a lo largo y ancho de toda la provincia de Buenos Aires. La situación crítica se profundizó luego de las muertes de Sandra y Rubén el 2 de agosto de 2018, con la explosión en la Escuela N° 49 de Moreno. La solución que improvisó el Gobierno fue la de cortar el gas en las escuelas”.
Es que, luego de esa tragedia, la Provincia envió cuadrillas de inspectores a los establecimientos y ordenó cortar el servicio en los lugares que no contaran con la habilitación correspondiente o presentaran fallas en sus equipos e instalaciones.
Si bien se preveía que los arreglos se llevaran a cabo por gasistas matriculados -enviados por el mismo Ministerio de Educación bonaerense- durante los meses cálidos, ese proceso se demoró y la consecuencia son miles de escuelas sin gas.
