Tienen los días contados en los supermercados porteños, pero la acción ya empieza a tomar forma en el Conurbano. Promotores del cuidado del medio ambiente advierten sobre la importancia de reemplazarlas por artículos sustentables que cumplen la misma función. ¿Vuelve el changuito?
Para enero del año que viene, por orden del gobierno porteño para reducir la contaminación, los comercios ya no podrán entregar bolsas de plástico. Esta acción hizo que el replanteo llegara al Conurbano, donde movimientos proteccionistas ya advertían su daño a la tierra.
Ante esta situación, los supermercados, almacenes y otros comercios empezaron a ofrecer con mayor visibilidad opciones que las reemplacen y sean más amigables con el medio ambiente.
Todas las cadenas venden sus opciones de bolsas de tela para el cliente apurado. Los supermercados chinos, sólo por comodidad para sus clientes, ofrecen cajas de cartón en las que ha llegado su mercadería.
Además, hace pocos años, volvió el changuito de la abuela, pero en una forma completamente renovada y con estilo. Las bolsas de lona, de tela de avión y las vinílicas con costura reforzada, se están haciendo su lugar entre los artículos reemplazantes.
Los más osados proponen volver a las canastas de mimbre con manijas, al estilo picnic, ya que permiten cargar peso y volumen. Lo cierto es que la clave estará en el ingenio y practicidad de cada comprador elegir el artículo más adecuado.
Lo cierto es que actualmente en nuestro país se reparten cada año más de 13.000 millones de bolsas, lo que da un total de 300 por cada habitante. Y el plástico tarda 150 años en degradarse, lo cual produce dramáticas consecuencias en el medio ambiente.