Lo precisó MuMaLá a través de su último informe. Significa que la problemática afecta a ocho de cada diez mujeres de entre 13 y 80 años. Además, el 80 por ciento aseguró sentirse insegura al transitar por las calles.
El acoso callejero es un tipo de violencia naturalizada que inhibe la libertad y autonomía de las mujeres todos los días. Así definen a esta problemática desde la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá) y le hacen frente.
De acuerdo al último informe de la entidad, el 93 por ciento de las mujeres sufrió algún tipo de abuso en espacios públicos de Argentina. La cifra se cristaliza en la cotidianidad de ocho de cada diez ciudadanas que se ven obligadas a resolver cualquier tipo de hostigamiento de forma individual.
En consecuencia, el 80 por ciento de las encuestadas admitió sentirse insegura al transitar por las calles. “Caminan con miedo, dejan de salir de noche, evaden zonas que sienten peligrosas o saltean actividades, salidas, fiestas o trabajos para no estar expuestas a la calle o la ruta”, detalla el texto.
Sumado a esto, el seguimiento manifestó que “cuatro de cada diez mujeres en la capital argentina fueron abusadas en algún momento de su vida en el interior de un transporte público”.
“El 80 por ciento de las mujeres prefieren ser acompañadas a la parada del autobús. El 70 vivió una situación de violencia durante su espera”, advierte el documento.
Además, el 100 por ciento admitió mantener una comunicación con algún conocido mientras viaja. El 74 por ciento dice no haber denunciado nunca una situación de acoso sufrida durante el trayecto.
Silbidos, insultos, manoseos, comentarios sexualmente explícitos, son algunos de los episodios que ocurren en el transporte público diariamente. De acuerdo a cifras oficiales, se registran cinco de estos episodios por hora en Capital Federal y el Gran Buenos Aires; y un total de 120 denuncias.
Uno de los hechos que causó revuelo en los últimos días fue un ataque en la línea 160 de colectivos. Durante el trayecto, un octagenario abusó de una pasajera. “Tenía su pene apoyado en mi brazo y lo cubría con un saco”, detalló Micaela, en un posteo que tuvo más de dos mil visitas.
La víctima, oriunda de Burzaco, grabó toda la situación con un celular y difundió el hecho por redes sociales. El hombre fue llevado a la comisaría y repudiado por todos los pasajeros y el chofer.
Tras la experiencia denunciada por Lucía Cabrera, la joven que fue perseguida por un taxista durante decenas de cuadras en CABA, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley para incorporar este tipo de agresión a la Ley 26.485 de Protección Integral a las Mujeres.
Incluso, propone capacitar a las fuerzas policiales a actuar en protección de las víctimas de acoso. Además, crear una línea telefónica gratuita. El objetivo es “brindar contención y asesoramiento” a quienes lo necesiten. Se espera su tratamiento en el Senado para su puesta en marcha.
