La obra, impulsada por el Municipio, funcionará en Glew. Tiene el objetivo de resolver los anegamientos y efluentes en la zona. Beneficiará a la Escuela Primaria N°31 y Secundaria N° 25 del barrio Gendarmería.
Los líquidos cloacales emergentes de la Escuela Primaria N° 31 y la Escuela Secundaria N° 25 del barrio Gendarmería de Glew, se convirtieron en una problemática crónica. Provocaban anegamientos en las cercanías y plazas linderas al edificio que contiene a ambos establecimientos.
Con el objetivo de hacer frente a este inconveniente, el Municipio de Almirante Brown avanza con la instalación de una planta ecológica. De esta forma, los residuos recibirán un tratamiento especial a fin de eliminar dichos efluentes.
Funcionará en el inmueble ubicado en Comandante Magliaccio 3399, entre Cirilo Gauna y General Manuel Calderón. Allí, más de 1.300 alumnos asisten a clases diariamente, en tres turnos.
Recientemente, desde la Comuna percibieron que su sistema cloacal actual provisorio se encuentra colapsado. Se debe al desmoronamiento de los pozos sépticos. Como consecuencia, se provocaron inundaciones y contaminación en las inmediaciones.
La planta de tratamiento cuenta con un sistema modular y de bajo mantenimiento. Además, está dimensionada para atender los requerimientos de ambos establecimientos. Poseen una capacidad de 30 metros cúbicos por día.
El proceso deja como resultado un agua clorada y libre de bacterias, limpia y cristalina. Ese líquido será conducido hasta el zanjón Leyes, ubicado a 600 metros de la institución. Será a través de cañerías de PVC de 200 milímetros.
Es que se trata de una planta de tratamiento es del tipo biogenética. Produce la reducción de los sólidos por acción de la flora bacteriana y es totalmente ecológica.
En Almirante Brown, se han colocado plantas similares en el Polideportivo Municipal de Ministro Rivadavia); y en el nuevo Centro de Operaciones Municipal (COM). También en el complejo de viviendas Barrio Lindo I y II (biodigestores individuales), en Malvinas Argentinas.
El sistema cuenta con la aprobación tanto de la empresa Aguas y Saneamientos Argentinos (AySA); y la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR).
