Los futbolistas Emiliano Terzaghi y Leonardo Zaragoza regresaron a Almirante Brown, donde emprendieron sus primeros pasos en este deporte. Actualmente, juegan en Banfield y Huracán, en el marco del campeonato de la B Nacional, pero recuerdan sus orígenes y las oportunidades obtenidas en terreno browniano.
Pasaron unos años para que Emiliano y Leonardo volvieran a encontrarse en el Centro Municipal de Deportes de Almirante Brown Allí, donde todo comenzó, donde los logros obtenidos en la actualidad eran tan sólo sueños de dos chicos que ansiaban con vivir de lo que aman: el fútbol.
"Acá quedaron los mejores recuerdos, los entrenadores, los compañeros y los sueños de llegar a primera”, contó Terzaghi, quién ya a los cuatro años comenzó a patear la pelota en las canchas brownianas, para luego pasar a una filial de Banfield, donde después de una gran actuación en inferiores, se ganó un lugar en el primer equipo de la institución del sur.
Por su parte, Zaragoza se abrió camino en Ministro Rivadavia, de la mano su profesor Roberto. Posteriormente y de manera incipiente, se le presentaba una gran oportunidad; pasaba ni más ni menos que a Independiente, donde no tuvo muchas chances de demostrar su capacidad, y finalmente mediante una gestión de su representante pasó al club que hoy lo tiene como una de sus principales promesas, Huracán de Parque de los Patricios.
Los dos coincidieron que uno de los momentos que más los marcó fue el día del ansiado debut en primera. “Fue una mezcla de ansiedad y nerviosismo, para mi ese día fue lo máximo, ya que mi primer partido fue contra San Lorenzo, un equipo grande. Jamás me lo hubiese esperado”, recordaba Emiliano.
Hoy en día, ambos continúan siendo vecinos del distrito. Emiliano aún vive en Ministro Rivadavia; mientras que Leonardo hace lo propio en San José. “Nos volvemos a ver por el fútbol; cada uno hizo su camino en el deporte y nos reencontramos jugando”, expresó el marcador de punta de Huracán, al ser consultado por sus sensaciones de volver a pisar el lugar donde comenzó construir su presente.
"Recuerdo a mis compañeros, las competencias que tuve y son cosas que nunca se olvidan. Uno de niño disfruta al máximo porque la verdad yo era un loco del fútbol. Volver al polideportivo me hizo recordar muchas cosas lindas aunque este cambiado con respecto a la última vez que vine", agregó el jugador en diálogo con www.deBrown.com.ar.
A su vez, el futbolista del globo le dejó un mensaje a los niños que juegan en el mismo suelo en el cual él lo hacía hace unos años: "Disfruten al máximo este deporte tan lindo porque estas cosas de chicos son las que te marcan de grande".
El subsecretario de Deportes de la Comuna, Germán Bonnemezón, fue el encargado de recibir a los jugadores y destacar el logro que han logrado en la carrera profesional. “Ellos pueden transmitirle a los más chicos sus experiencias, los valores implícitos en este deporte para que dejen de lado la competitividad y la presión que les hace tan mal”, expresó el funcionario.
Por este motivo, ambos jugadores coincidieron en la necesidad de "tener los pies sobre la tierra" y "disfrutar cada momento, cada etapa y cada partido". "Hay que pasarla bien con los compañeros, que van a quedar para toda la vida. Si uno hace eso y tiene constancia y sacrificio, lo demás viene solo", concluyeron.
