Quilmes Oeste lidera la lista de damnificados por los reiterados apagones, con 4.035.086 usuarios sin suministro. Lo siguió Burzaco, con 3.719.894. ¿Cuáles son los factores que originaron las interrupciones?
Los cortes de luz, una problemática que se hizo costumbre en todos los hogares de Capital Federal y el Conurbano. Durante el último año, los desperfectos fueron moneda corriente tanto en la zona de cobertura de Edesur como Edenor. No se salvó nadie.
Sin embargo, la zona Sur fue la más golpeada. En 2017, Burzaco fue la segunda localidad más golpeada en el Gran Buenos Aires, de acuerdo al último relevamiento de La Nación DATA. Allí, se contabilizaron 3.719.894 usuarios afectados por las interrupciones.
De esta forma, la jurisdicción browniana fue superada únicamente por Quilmes Oeste. El panorama en el vecino partido fue aún más desmoralizador: hubo 4.035.086 damnificados.
En tercer lugar se ubicó Lomas de Zamora, con 3.013.701 casos. Le siguen Florencio Varela, con 2.779.905; y Temperley, con 2.647.658. Y en menor proporción de fallas se encuentra Uribelarrea y Los Campitos, ambos en el interior de Buenos Aires, con 239 y 18 afectados, respectivamente.
Con respecto a enero de este año, los resultados tampoco fueron favorables para Almirante Brown. En ese mes, Burzaco contabilizó 451.980 hogares sin suministro eléctrico; mientras que en Glew hubo 130.733.
Además, otras de las zonas más perjudicadas fueron Don Orione con 128.740; en José Mármol 74.992; y en Adrogué 41.718. No obstante, en total se detectaron 993.089 contribuyentes a quienes les faltó la luz en algún momento del primer mes del año.
El estudio fue llevado adelante por el portal de noticias en base a datos oficiales publicados por el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE). Surgió de información recolectada entre el 1° de enero de 2017 y el mismo período de este año.
Lo cierto es que en los primeros dos meses de este 2018 la situación se empeoró en toda la Región. A la falta de luz se sumó la de agua. Incluso las fallas en Edesur hicieron que la planta zonal de AySA experimentara complicaciones en la distribución de agua potable. Hubo hogares que estuvieron hasta 5 días sin servicio.
La falla más común en el sistema de distribución, en el que interviene tanto Edesur como Edenor, es la avería de un fusible por sobrecorriente. Se produce cuando una línea o cable tiene mayor demanda de la que puede soportar.
Como consecuencia, un fusible se quema para protegerlo y evitar que se rompan elementos más costosos y complicados de reparar. Esos casos más dificultosos de solucionar ocurren cuando circula mucha corriente a altas temperaturas durante un período extenso.
En esas ocasiones los mismos cables pueden tener averías. Las más comunes se producen en sus conexiones y aislantes. Pero si son los transformadores los que sufren desperfectos, el servicio demorará mucho más tiempo en volver a la normalidad.
Se pueden producir por excesos de carga, inundación de las cámaras, falta de mantenimiento, descargas eléctricas (rayos durante tormentas) y el fin de su vida útil, entre otras razones.
De acuerdo al estudio, el 50% de las horas de cortes de Ededur se explican por desperfectos en el sistema de media tensión, 48% en el de baja. El restante 2% corresponden a cortes preventivos y de mantenimiento programados.
Y arrojó que la variación en la cantidad de horas sin energía entre enero de 2017 y enero de 2018 tuvo un incremento de 41% para Edesur; mientras que para Edenor este mismo indicador cayó 54%.
