La Justicia condenó a Martín García y Horacio Sambrana a prisión perpetua por el asesinato del empresario Carlos Rodríguez Fers, ocurrido en 2013.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 8 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora falló a favor de lo solicitado por la querella y la Fiscalía, que habían reclamado la pena máxima.
Martín García era empleado de la empresa de seguridad privada Codesear, en la cual Rodríguez Fers era socio. Había sido despedido tres meses antes del crimen, a raíz de una serie de diferencias con sus jefes. Horacio Sambrana, en tanto, era cuñado de García y no tenía vínculo con el empresario.
Ambos fueron condenados por “homicidio criminis causa en concurso real con robo agravado por el uso de llave previamente sustraída”.
El abogado de la familia de la víctima, Manuel Beccar Varela, destacó la decisión de los magistrados y la consideró una pena ejemplar. Si bien reconoció que la familia no olvidará lo sucedido, señaló que ahora podrá descansar sabiendo que se hizo justicia.
Proceso judicial
Durante las audiencias testificaron varias personas que aportaron datos. La viuda del empresario, Julieta Isabel Fernández, fue una de las piezas fundamentales en el rearmado de lo ocurrido. Relató el momento en el que un desconocido ingresó a su vivienda con las llaves de su pareja. Allí la ataron y le robaron pertenencias de valor.
También testificaron en estos últimos días un recolector de residuos de Almirante Brown y un empleado de la empresa que había sido compañero del ahora condenado. En la audiencia de alegatos, García y Sambrana tuvieron la oportunidad de manifestar sus “últimas palabras” previas al fallo, pero se negaron a hacer uso de ese derecho.
El caso
El crimen ocurrió el 15 de septiembre de 2013, cuando Rodríguez Frers fue encontrado muerto con golpes en la cara y signos de asfixia dentro de su Chevrolet Astra. El automóvil, donde se encontró una bolsa de nylon, estaba estacionado en Paraná al 1100, en Burzaco, en las inmediaciones del Parque Industrial.
De acuerdo al informe de la autopsia, quedó determinado que el hombre murió como consecuencia de “una asfixia manual” después de sufrir heridas en varias partes del cuerpo. Allí, horas antes del hallazgo de su cadáver, dos personas entraron a robar en la vivienda y se llevaron dinero y alhajas, entre otros objetos de valor.
Tras la investigación llevada a cabo por la comisaría 2° de Almirante Brown, García quedó señalado como sospechoso. Luego de varias averiguaciones, fuentes policiales confirmaron que fue un chofer de la empresa y había sido despedido en junio de ese año. Su salida, según testificaron otros socios y los propios compañeros, no había sido en buenos términos.