El hogar ubicado en Claypole lanzó una nueva edición de su colecta mensual, que apunta a reunir elementos de primera necesidad para los más de 400 residentes del establecimiento. En esta ocasión, solicitan donaciones de mermeladas, aceite comestible, polenta y jugos.
La iniciativa del grupo de voluntarios del Pequeño Cottolengo de Don Orione invita a la comunidad a donar alimentos, artículos de limpieza y perfumería.
Según explicaron desde la organización a www.deBrown.com.ar, durante mayo necesitan “aceite, paquetes de polenta, jugos en sobre o en botella y mermeladas”. Todo ello será destinado a las más de 400 personas que habitan el lugar, ubicado en Av. Lacaze 3963, en Claypole.
Todo el año se reciben comestibles, ropa de adulto, medias, artículos de limpieza, como lavandina, detergente, jabón para ropa, líquidos para el piso y; perfumería como talcos, desodorantes, maquinitas de afeitar, alcohol, jabón, papel higiénico, pañales para adultos, etc.
Quienes deseen aportar su granito de arena, pueden dirigirse a la institución de lunes a viernes, entre las 9 y las 18, comunicarse al 4268-1325 o ponerse en contacto a través de las páginas de Facebook “Cottolengo Don Orione de Claypole” o “Voluntariado Cottolengo de Claypole”.
Los fines de semana o feriados, los donativos se pueden acercar al sector de vigilancia, en la entrada del predio. Aquellos que no tengan cómo llevar las donaciones, deberán comunicarse al 4268-7722/0740 y coordinar para que los voluntarios pasen a buscarlas.
Se puede realizar un aporte económico a través de los medios electrónicos existentes, acercándose personalmente al Cottolengo; o llamando al 0800-333-6746. Todos los detalles se encuentran disponibles en el sitio web www.donorione.org.ar.
Misión
El Cottolengo, que tiene presencia en varias provincias, se aboca al cuidado de cientos de personas con discapacidades físicas, mentales y sensoriales que habitan en los 14 hogares que allí se levantan. En el mismo lugar, en el centro del terreno, está el santuario que alberga el relicario con el corazón del santo fundador, el cual fue traído desde Italia en el año 2000 y a diario recibe la visita de decenas de fieles.
La sede local es la más grande de la Argentina y en su interior cuenta con una amplia infraestructura, que aloja alrededor de 400 hombres y mujeres, desde niños hasta adultos.
