Investigaciones recientes comprobaron que en uno de cada tres pacientes, la causa del padecimiento es puramente emocional. La mayoría de los casos son de origen psicosomático y las dolencias son sólo manifestaciones del estrés a través del cuerpo.
Especialistas advierten sobre la incidencia de las emociones en nuestras reacciones físicas. Si bien algunas son comunes, como la aceleración del corazón ante ansiedad, existen casos extremos en los que el paciente puede desarrollar una discapacidad.
Según descubrimientos recientes, del total de enfermos, un tercio padece síntomas de origen psicológico. Se trata de males severos provocados por situaciones de estrés que no responden a ninguna causa física, por lo que son desestimadas por los profesionales de la salud.
La investigación fue desarrollada por la neuróloga irlandesa Suzanne O'Sullivan. Su libro “Todo está en tu cabeza. Historias reales de enfermedades imaginarias”, reúne las vivencias de los pacientes que acudieron a su consultorio sin una explicación médica para sus síntomas.
Las personas llegaban totalmente ciegas, en silla de ruedas, con inflamaciones, dolores, parálisis, desmayos y hasta convulsiones. Sin embargo, tenían algo en común: ninguna de ellas aceptaba el origen psicológico de su enfermedad.
"No podemos evitar los síntomas físicos frente a una situación de estrés. Lo que si podemos hacer es evitar que eso se transforme en una discapacidad. Podes aprender a reconocerlos cuando te ocurren y alterar lo que haces en respuesta", explicó la especialista.
En este sentido, existen múltiples tratamientos para estas dolencias. Si bien el más recomendado es la psiquiatría, la neuróloga recomienda adaptar la solución a cada individuo.
“En algunas personas, los síntomas surgen a raíz de un trauma psicológico, en ese caso, la recomendación es seguir una terapia psicológica o psiquiátrica. Pero para otros puede resultar más beneficioso la terapia física o cognitiva-conductual", detalló la experta.
Todo está en tu cabeza
Los altos niveles de cortisol, la “hormona del estrés”, pueden provocar alteraciones graves en mujeres. Pueden provocar desde ciclos irregulares o problemas para ovular y concebir, hasta Accidentes Cerebro Vasculares (ACV). Además, resulta un factor de riesgo coronario.
Una investigación realizada por la Fundación Cardiológica Argentina explica que cuando el estrés se caracteriza por la ansiedad, angustia, hostilidad o ira, es peligroso.
“En su instancia aguda puede desencadenar accidentes cardíacos. Y cuando se da de manera sostenida se transforma en crónico y provoca alteraciones arteriales graves“, puntualizaron desde la entidad.
Con respecto a los ACV, la población femenina es más propensa a desarrollarlos: 1 de cada 5 mujeres puede sufrirlos frente a 1 de cada 6 hombres. Sólo en nuestro país se producen 80.000 casos anuales, por lo que los médicos aconsejan detectar manifestaciones físicas tempranas y realizar los controles de prevención correspondientes.
