Se trata del Jardín N° 929 del barrio Don Orione. Al paro de docentes, se le suman graves problemas edilicios y falta de jardinería en el área en donde los chicos deben jugar. Solicitan una intervención urgente de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia.
Las clases no comenzaron, pero resurgen los problemas sin solucionar en las instituciones de educación pública. Tal es el caso del Jardín N° 929 del barrio Don Orione, denuncia ante las autoridades provinciales la caída de pedazos de mampostería en aulas y pasillos.
Es que, afortunadamente, por el paro de maestros aún las clases no han iniciado y este episodio no registró víctimas ni heridos. Sin embargo, es un pedido que -según informan los directivos y maestros del lugar- se repite todos los años como consecuencia del estado en el que se encuentra la estructura del eficio.
Tras el cambio de autoridades en el Consejo Escolar de Almirante Brown, las promesas eran auspiciosas y generaron esperanza en padres y maestros. Pero el tiempo pasó, los fondos nunca llegaron y el jardín aguarda con todos sus peligros la llegada de los niños luego de que finalice la medida de fuerza de los gremios docentes.
“Se cayó la mampostería del cielo raso en varias áreas, los baños se vienen abajo desde hace tiempo, y el patio donde los chicos juegan parece una selva, porque el pasto está alto. No está cuidado ni desmalezado para que sea seguro para nuestros hijos”, expresó preocupada Luciana, madre de uno de los pequeños que asiste al establecimiento.
Asimismo, explicó que no recibieron respuestas ni de los funcionarios del Consejo Escolar ni del Gobierno provincial y se preguntó: ¿Van a esperar que ocurra una desgracia para venir a hacer las obras que corresponde?.
Lo cierto es que esta situación se repite en muchos otros jardines del distrito, la Región y la Provincia en general. Ausencia de respuesta, falta de obras y la incertidumbre de cómo los chicos cursarán un año más en lugares que ponen en riesgo la calidad educativa y su salud.
