Javier Silva Giménez y Fernando Balbuena presentaron su renuncia al primer equipo. La falta de presupuesto y la inestabilidad institucional, fueron las causas que motivaron a los entrenadores a tomar esa decisión. Aún no definieron si continuarán al frente de las divisiones inferiores.
Luego de un año futbolístico pobre, en donde su única ambición fue asegurar la permanencia en la divisional, Claypole cerró el campeonato con más penas que alegrías. La interna política de la institución fue clave para diezmar un conjunto que comenzó el certamen con aspiraciones de ascenso.
Acompañado o en soledad, Javier Silva Giménez estuvo al frente de la Primera durante todo el torneo. En las últimas fechas, junto a Fernando Balbuena, fue el que selló la continuidad del “Tambero” en la categoría. Sin embargo, el binomio técnico decidió dar un paso al costado.
“Es el mejor momento para tomar distancia. Los jugadores están de vacaciones, así que presentamos nuestra renuncia a la comisión directiva y ellos la aceptaron”, aseguró Silva Giménez en declaraciones a www.deBrown.com.ar.
Al ser consultado sobre las causas que motivaron esta decisión, el DT sostuvo que “la ausencia de sueldos complica la continuidad de cualquiera” y agregó que, por las mismas razones, es probable que se aleje también de las divisiones inferiores.
“Toda esta temporada me he sacrificado por el club sin recibir un centavo, pero ya está. El próximo año tengo que generar ingresos y en ningún momento se me ha hecho una propuesta para que me quede. He trabajado con esmero y honestidad, pero es hora de cambiar de aire”, explicó.
Claypole está en plena transición entre la salida de la Comisión Normalizadora y la formación de una nueva dirigencia. Esta inestabilidad institucional, jugó también un papel importante para que los entrenadores decidan alejarse.
“Este año hemos atravesado por muchos inconvenientes de estas características que impidieron nuestro normal desempeño en nuestras funciones. Es muy difícil planificar un partido o una temporada con tantos baches en el plano organizativo”, señaló.
Pese a todos los obstáculos, califica como muy “fructífero” su paso por la entidad browniana. “Soy un técnico muy joven y encontré en este club la posibilidad de desarrollarme como profesional. No importa cómo se dieron las cosas, siempre voy a estar agradecido por la oportunidad”, expresó.
La buena tarea realizada con los juveniles, le permitió al “Blanquinegro” terminar entre los cuatro mejores equipos de la C y la D. Pese a ello, sin Silva a la cabeza, lo más probable es que los otros formadores terminen siguiendo sus pasos.
“Hicimos un trabajo para remarcar con muy pocos elementos. Disponíamos de cinco pelotas para seis categorías, pero igualmente nos arreglamos para crecer y ser competitivos. Uno pone lo mejor, pero necesitamos mayor apoyo, sino todo se hace muy complicado”, concluyó.
