Calmar la sensación de ardor en el esófago, se vuelve vital para aquellas personas que lo sufren casi a diario. Por eso, especialistas aconsejan reducir el consumo de carnes rojas y harinas blancas e incorporar más frutas, verduras y productos integrales.

El origen de la acidez estomacal tiene que ver con diversas causas, pero optimizar la alimentación puede contribuir a mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. Básicamente, hay que evitar todas las comidas ricas en ácidos y grasas.
La problemática radica en que esta dolencia puede desencadenar en otros problemas aún más serios. Sus síntomas incluyen ardor en el estómago, un sabor agrio o amargo en la garganta y una sensación quemante en el pecho.
Cuando se reitera el malestar más de 3 veces por semana será fundamental realizar una consulta médica. De todas formas, como medida paliativa se pueden sumar algunos alimentos a la dieta para reducir la acidez, tales como:
- Carnes blancas: tienen que ser priorizadas antes que las rojas. Se puede recurrir al pollo y a los pescados frescos. En particular, son buenos el salmón y el atún, porque poseen omega 3, la cual colabora para neutralizar la acidez.
- Frutas rojas: debido a que contienen fibra alimentaria, vitaminas, ácido fólico y minerales como el potasio, el magnesio y el calcio.
- Harinas integrales: ayudarán a contrarrestar los efectos que causan el pan, las pastas y las galletitas, que influyen en el padecimiento de la acidez gástrica.
- Manzana: aporta vitamina B 12, C y E, magnesio, fotoquímicos que proveen propiedades anticancerígenas y antioxidantes.
- Remolacha: colabora porque está conformada por proteínas, fósforo, fibra, vitamina B6, magnesio, potasio, vitamina A, C, calcio y hierro.
- Brócoli: ofrece grandes beneficios al sistema digestivo, al sistema cardiovascular y al sistema inmunológico, además de contar con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
- Pomelo, naranja, mandarina: a pesar de ser frutas ácidas, sólo perjudican si son combinadas con almidones.
- Almendras: son fuente de ácidos grasos mono insaturados, proteínas vegetales, fibra soluble e insoluble, ácido fólico, calcio, magnesio, vitaminas, y minerales y fitoesteroles, que son antioxidantes y anticancerígenos.
- Pimientos: presentan antioxidantes, como los carotenos y flavonoides, vitamina A, C y E.
Por otro lado, se debe prescindir de consumir alcohol, cigarrillos, medicamentos no recetados o comestibles muy condimentados. Y, realizar actividad física apropiada a la edad y nivelar los valores del estrés, que también favorece el desarrollo de los trastornos gástricos.