Se realizó en Adrogué una charla informativa sobre cómo prevenir este delito, que consiste en el acoso sexual a menores a través de Internet. Estuvieron presentes el jefe de la bancada de diputados nacionales del Frente Renovador, Darío Giustozzi; y el intendente local, Daniel Bolettieri. Dos madres expusieron su lucha contra esta problemática.
En la Casa Municipal de la Cultura de Almirante Brown se llevó a cabo una conferencia sobre la Ley de Grooming, aprobada por el Senado de la Nación a fines del año pasado. Recientemente, el Concejo Deliberante local aprobó un proyecto para adherir a la norma, que pena el acoso sexual a menores de edad por medio de Internet -en cualquiera de sus usos-.
La propuesta, presentada por las concejales del Frente Renovador Mabel Benítez y Marilina Russo, apunta a acompañar y difundir los ejes principales de esta legislación y colaborar con su cumplimiento, fomentando jornadas de debate y reflexión para combatir este flagelo.
En la jornada estuvo presente el presidente del bloque de diputados nacionales del FR, Darío Giustozzi, quien dejó la Intendencia a fines de 2013 para asumir su cargo legislativo, pero que desde su función de jefe comunal había promovido e impulsado trabajar en la prevención de esta problemática. Lo acompañaron el actual intendente browniano, Daniel Bolettieri; el vicepresidente primero del Deliberativo, el edil del FR Mario Fuentes; la senadora provincial del FR Patricia Segovia, y la titular del Consejo Municipal de las Mujeres, Ana Romero.
Junto a ellos estuvieron dos mamás emblemáticas de la lucha por la sanción de esta ley, Roxana Domínguez y Rosa Castro, integrantes de la ‘Asociación Civil M.A.M.A. Madres en línea’, quienes insistieron en el Congreso para que el proyecto viera la luz. Además, estuvieron concejales, funcionarios, docentes, y vecinos.
Tras la breve presentación de Domínguez sobre el motivo del encuentro, se llevó a cabo la entrega de las Ordenanza Número 4 del 2014 del Poder Ejecutivo y de la Ordenanza 1090 del Concejo Deliberante. La primera adhiere a la ley nacional contra el "Grooming" -la 26904-; mientras que la segunda declara de interés la realización de actividades, que promuevan la prevención de este delito.
“Nosotros hemos emprendido hace algún tiempo desde la militancia política algo muy fuerte, que es entenderla como una herramienta para defender principios, los valores. Lo que pasó el año pasado es que, enterados de un tema que no conocíamos como es el 'Grooming', a partir de la lucha de mujeres como esta mamá fenomenal, luchadoras que defienden principios y valores como nosotros cuando abrazamos la política”, manifestó Darío Giustozzi.
Aseguró que se trata de algo “normal” esa forma de ver la política, haciendo referencia al pedido de apoyo a esta ley al que dijeron sí cuando las mamás fueron a verlos. Indicó que no se puede ver a la política como una “vida de campaña electoral y ejercida sobre la base de una persona”, sino que es más amplia.
Por eso, desde ese momento, recordó que fue “todo un ejercicio, todo un aprendizaje” saber de qué se trataba el tema, para luego poder transmitírselo a otros, a padres de hijos pequeños, menores de edad. Y advirtió que, tristemente, un hijo puede tener su vida arruinada por caer “en las manos de un abusador” a través del uso de Internet.
“Esto cruza a todos los sectores sociales, es un tema que no repara límites, podés caer en manos de una organización criminal de las peores, o una red de tratas de las peores, o en manos de un joven que tiene los valores un poco trastocados y perversos y vive a la vuelta de la esquina. Tenemos una tarea hermosa porque es defender la vida, porque es evitar el riesgo de nuestros hijos, al mismo tiempo es muy sacrificada y por eso Almirante Brown tiene que encolumnarse”, concluyó.
Por su parte, Daniel Bolettieri se manifestó en la misma sintonía. “Los dirigentes políticos establecen su nombre en letras de molde cuando pasan a la acción lo que en los dichos se pueda pregonar, y la verdad me siento orgulloso Darío del trabajo que hiciste conjuntamente con las integrantes de MAMA”, sostuvo.
Y agregó: “Tenían que ser madres las que iniciaron esta lucha, solamente las madres entienden lo que es dejar de lado actividades profesionales, de diversos tipos, el cuidado de la familia, para defender una causa, y esta sí lo es una causa justa. Muy lamentablemente hoy con la utilización de este tipo de aparatitos, que parecen inocentes, creados únicamente para comunicarnos, y con las libertades que algunos pregonan que tienen que tener nuestros hijos, y la vorágine laboral en la cual estamos metidos los papis, hoy en pleno Siglo XXI no nos damos cuenta de cuánto daño le hacemos a nuestros niños, a nuestros adolescentes, y a nuestra juventud”.
Las luchadoras
Roxana Domínguez se dio cuenta que si hija actuaba extraño, que cada vez estaba más cerrada y cohibida, nerviosa, que no dormía, y que la computadora le consumía la vida. Con mucho esfuerzo, luego de varias semanas y al desenchufarle la máquina, pudo saber qué le pasaba. En su caso no era un abusador lo que la estaba molestando, sino un juego en línea de manga en el que los integrantes asumían un rol y firmaban un contrato dándole su vida al ‘sensei’.
El peregrinar de esta madre –que incluyó crearse una identidad virtual, anotarse en el juego y llegar a manejar más de 100 cuentas de correo- la llevó hasta la casa del administrador del juego en cuestión, en México. Fue una gran sorpresa notar que no se trataba de un hombre sino de una mujer.
La familia trató de desconectarse de todo, de ir al campo, y buscar otro escenario donde la joven se pudiera reencontrar consigo misma. Entonces, su mamá comenzó la lucha para prevenir estas situaciones, y se encontró con un vacío legal. En medio de esa lucha, se topó con otra mujer cuya hija sí había sido víctima de intento de acoso sexual.
Fue Rosa Castro, de Río Negro, quien como trabajaba dos turnos en una farmacia decidió poner Internet en su casa para que sus dos hijas tuvieran con qué entretenerse y dónde buscar información para la escuela, sobre todo cuando de noche quedaban al cuidado de su abuela.
Luego de un tiempo comenzó a notar que la más grande, de 13, estaba molesta, fastidiosa. Hasta que un día le contó lo que le pasaba: un supuesto chico de 14 años que presuntamente iba a otro colegio de la zona, Cipoletti, había comenzado a escribirle por Messenger, a decirle lo linda que era, a dar datos precisos sobre ella, a pedirle si no tenía cámara. El límite se rompió cuando le mostró su cuerpo desnudo, se masturbó frente a ella (por la cámara, y siempre sin mostrar la cara) y le pidió encontrarse para tener relaciones sexuales.
Gracias a la ayuda de los compañeros de clases de su nena, Rosa descubrió que se trataba del hijo de su jefe, un hombre de 34 años, que conocía a su hija desde que ésta tenía 2 años, cuando la mamá empezó a trabajar en la farmacia. Sólo pudo lograr que lo condenaran a un año de prisión en suspenso por exhibición indebida. Pero la lucha no quedó allí, sino que fue el puntapié para combatir el "Grooming".
“Le doy las gracias muy especialmente a Darío Giustozzi porque pasamos un momento muy difícil el año pasado y fue el único que corrió y dejó su campaña política para ayudarnos. ¡Hoy Almirante Brown dice no al 'Grooming'!”, agradeció Roxana, emocionada.
Algunas claves para identificar casos de "Grooming"
Para los menores, no aceptar en las redes sociales a desconocidos y no dar los datos personales. Y ante una propuesta extraña avisar inmediatamente a un adulto.
Para los adultos, navegar junto a los chicos y explicarles de qué se trata el "Grooming". Bloquear el contenido no apto para ellos. Ante todo, fomentar el diálogo y la confianza para hablar de cualquier situación que pueda ser perjudicial para ellos y también para la familia en su conjunto.
Una página útil donde encontrar información es la de la asociación, en la red social Facebook: “Por la ley de Grooming”