Estudiantes de la Escuela Técnica N° 2 fabricaron juguetes adaptados para chicos con dificultades motoras. Contaron con la colaboración de la Fundación CIRER, emplazada en la misma localidad. Los beneficiarios fueron los pacientes de la entidad.
El alumnado del último año de la Técnica N° 2 de Glew y la Fundación CIRER, abocada a asistir a personas con capacidades diferentes, crearon juegos que serán utilizados en las terapias para mejorar su calidad de vida.
Lo que hicieron fue aprender a instalar en los juguetes dispositivos "switches", que responden a un estímulo y provocan diferentes efectos que se adecuan a las necesidades de quienes deban recurrir a ellos.
Los protagonistas de este acto de solidaridad son los alumnos del séptimo año de la Escuela Técnica N° 2 de Glew. En el marco de la materia "Prácticas profesionalizantes", desarrollaron este proyecto con un claro objetivo: que los nenes con discapacidades puedan jugar.
Para eso, contaron con el auxilio de los integrantes de la Fundación CIRER, una organización de bien público sin fines de lucro que se ocupa de la prevención, diagnóstico, asistencia e investigación de las patologías neurológicas, psicológicas, del lenguaje, entre otras patologías.
Su presidenta, la Lic. Constanza Pavón, dialogó con www.deBrown.com.ar y explicó los alcances de la tarea. “El proyecto lo comenzamos a trabajar el año pasado con la escuela, a la Fundación le sirve porque sus pacientes reciben un regalo, pero es también beneficioso para los alumnos porque hicieron algo productivo que tuvo un fin”, explicó.
Comentó, que en esta ocasión, lo realizado apuntó a respaldar las terapias que se realizan con quienes padecen discapacidades motoras. Y demandó varios meses de intenso trabajo.
“El año pasado solicité una entrevista con las autoridades de la escuela, en ella les expliqué el proyecto que está basado en la comunicación y la tecnología. Les comenté que como es muy caro acceder a estos instrumentos tecnológicos, la mayoría de la población que los precisa no puede comprarlos, a pesar de que son muy útiles”, señaló.
Sin dudar, los responsables de la institución browniana designaron a la docente de la asignatura "Prácticas profesionalizantes", Rosana Odorisio a cargo de la iniciativa.
“Este año lo comenzamos a implementar, luego de concretar varias reuniones. Trabajamos con alumnos del último año, los cuales quedaron encantados con lo realizado. Se les propuso armar juguetes, algunos fueron reutilizados, según las necesidades de los pacientes de la Fundación”, puntualizó Pavón.
El 4 de noviembre realizaron un encuentro a modo de cierre donde los propios adolescentes pudieron hacer entrega de los obsequios. “Fue una experiencia inolvidable y queremos repetirla el año que viene”, reconoció.
A favor de la inclusión
Las áreas de injerencia de CIRER exceden lo netamente médico, sino que también incluyen la docencia, capacitación, equipamiento y tecnología.
Una de sus metas a futuro es consolidar justamente un Departamento de Tecnología para seguir acondicionando juguetes, ya que con ellos quienes asisten a la Fundación pueden mejoran su fuerza, su comunicación y su aprendizaje.
A su vez, ofrecen asesoramiento gratuito, porque advierten que en la zona muchas familias aún no tienen las posibilidades de acceder el diagnóstico de sus hijos. Le explican cómo tramitar el certificado de discapacidad, cuáles son los estudios médicos que les tienen que efectuar y/o los tratamientos.
Hace un año lograron obtener la personería jurídica, por eso también están otorgando talleres para padres, por ejemplo sobre el Trastorno del Espectro Autista, y cursos gratuitos y arancelados para profesionales.
Para quienes quieran ponerse en contacto, la sede está emplazada en Sarmiento 485, en Glew. El teléfono es: 02224 432 213 y la página de Facebook: CIRER.