El terciario tiene 40 años y funciona en las instalaciones del Colegio Nacional de Adrogué. Sus estudiantes aseguran que el estado en el que se encuentra el edificio es grave, pero además denuncian la falta de mobiliario y, en ocasiones, hasta de agua. Exigen estudiar en un inmueble propio, que les permita una mayor oferta de horarios y tener un laboratorio y una biblioteca propia. Además, reclaman el boleto estudiantil y más becas estudiantiles.
Nuevamente, la educación pública vuelve a ser eje de reclamos por parte de la comunidad educativa ante la ausencia del Estado nacional, del provincial y del Consejo Escolar. Esta vez, es el caso del Instituto Superior de Formación Docente Nº 41 (ISFD41), que teniendo en su haber 40 años de funcionamiento, aún no posee edificio propio y funcionar en el Colegio Nacional de Adrogué.
Los alumnos denuncian el deplorable estado edilicio, donde conviven tres secundarias, además del IFD41. No solo por la falta de puertas, ventanas, ventilación, iluminación y las rajaduras en las paredes, sino también por tener mobiliario con 100 años de antigüedad, además de que el servicio de agua potable es malo y muchas veces se encuentra suspendido.
Por todo esto, la semana pasada se llevó a cabo una clase pública en la puerta de la escuela –ubicada en Esteban de Adrogué y la Avenida Espora-, organizada por la Agrupación Mariano Ferreyra (AMF), que integra el Partido Obrero (PO). En esta participaron tanto estudiantes como docentes.
“Nosotros hace varios años que venimos viendo varios problemas y durante este año, a través de asambleas, del Centro de Estudiantes, se decidió ir por un plan de lucha sistemático y consecutivo con algunas indicaciones puntuales. Primero empezó con una jornada el día que cumplió 40 años el Instituto, han venido autoridades provinciales, municipales, un grupo de estudiantes hizo carteles y fotos del edificio, se levantaron los carteles en ese día por el supuesto festejo”, explicó a www.deBrown.com.ar Antonela Turienzo, estudiante de Geografía e integrante de la AMF.
Una de las principales quejas tiene que ver con que, al funcionar en el mismo edificio donde está el secundario, las carreras solamente se dictan en el turno noche, con lo cual la oferta horaria es sumamente reducida. Esto dificulta que quienes trabajan o tienen familia puedan estudiar, ya que el horario acota sus posibilidades.
Por el mismo motivo, no cuentan con laboratorio, gimnasio, ni biblioteca propios, tampoco con juegoteca, que pueda cumplir la función de guardería para quienes tienen hijos y no tienen con quién dejarlos si van al colegio.
“Hicimos una clase pública con docentes para reflexionar sobre la educación superior en la actualidad, en el contexto de la crisis educativa, entendiendo que el presupuesto educativo está gravemente afectado por la política económica que ha llevado a cabo este gobierno, de devaluación, inflación. Se destina muy poco a la educación pública, y los institutos terciarios son el eslabón más débil de la cadena educativa. En general la problemática la sufren la totalidad de los institutos superiores de la provincia de Buenos Aires”, argumentó la alumna.
Según explicó, la promesa del edificio propio tiene ya varios años. Incluso se encuentra designado un predio para ello, ubicado a metros del hospital Lucio Meléndez, entre las localidades de Adrogué y Burzaco. Y pese a que, de acuerdo a la joven, allí se encuentra un cartel que anuncia la construcción del ISFD 41 hasta ahora no hay nada.
Criticó la posibilidad de que, tal como había trascendido, la construcción se hiciera mediante un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo, ya que este estaría destinado nada más que a levantar seis aulas, cuando al menos se necesitarían 30, más salones para otras actividades.
También remarcó la lucha por reclamos estudiantiles históricos, como el boleto gratuito para los estudiantes, y mayor oferta de becas. “Estamos girando unos petitorios con la idea de llevarles a las autoridades del Consejo Escolar lo que refiere a la escuela, y otro petitorio que está dirigido al gobierno provincial y nacional para la construcción de un edificio propio", advirtió.
"El año pasado salió una nota de (el presidente del CE, Sergio) Sanelli con esa promesa del edificio, de que se iba a empezar a construir, pero hasta ahora nadie se acercó a dar respuestas. Ha sido un bicicleteo hace mucho tiempo y seguimos esperando”, concluyó.