Se trata de un padecimiento asociado al tabaquismo, que perjudica por lo general a personas mayores de 40 años. Se caracteriza por la obstrucción del flujo aéreo, lo que se traduce en un perjuicio para la calidad de vida del paciente.
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) ocupa el dramático cuarto lugar en la lista de las dolencias que provocan más muertes a nivel mundial. El dato más inquietante es que el 50 por ciento de los enfermos no son conscientes de que la padecen.
Especialistas de la Fundación CIDEA, abocada a la investigación de los problemas respiratorios, estiman que el 10 por ciento de la población argentina tiene una limitación en el flujo de aire. De ellos, un porcentaje menor sufre una complicación en su cuadro de 3 a 4 veces en el año.
“Los grupos con un panorama más alarmante la pasan muy mal porque incluso padecen internaciones frecuentes. En general, el tratamiento en cada paciente varía en la intensidad de las drogas que se le deben administrar”, puntualizaron.
Aquellos que presentan una capacidad pulmonar por debajo del 50 por ciento, deben ser tratados con corticoides inhalatorios o broncodilatadores. En este sector se encuentran los que registran una combinación de características de Asma + EPOC, ellos poseen más síntomas, internaciones y utilizan más medicamentos.
En sus orígenes el EPOC era más frecuente en los hombres. Pero en la última década, las mujeres comenzaron a ser interpeladas por la industria tabacalera, lo que generó que acrecienten su consumo y, en consecuencia, desarrollaron el mal.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2012 murieron por esta causa más de tres millones de personas, lo que representa el 6 por ciento de los fallecimientos acontecidos en ese año. Su principal causal es el humo del tabaco, que perjudica por igual a los fumadores activos, como a los pasivos.
Aunque no es curable, detectarlo a tiempo suele retrasar su desarrollo. La OMS definió los siguientes indicios a tener en cuenta: