Cumplía funciones como coordinador en las divisiones inferiores. Ahora se convirtió momentáneamente en el nuevo entrenador del equipo. Reemplaza a Sergio Micieli, que renunció al cargo tras la dura derrota ante Real Pilar.
Sergio Capandeguy está ante un gran desafío. Hasta ayer era el encargado de las divisiones menores. Ahora su labor será clave para definir la continuidad del “Tambero” en la Primera D del fútbol argentino. Su debut se producirá el lunes, desde las 16, ante Centro Español en el Capocasa.
El DT reemplaza interinamente en el puesto a Sergio Micieli, que presentó su renuncia tras la dolorosa caída ante Real Pilar. Deberá devolverle la motivación al plantel y encontrar un modo de jugar que le permita obtener la mayor cantidad de puntos posibles.
“Con mi cuerpo técnico estamos preparados porque sabíamos que la oportunidad en algún momento iba a llegar. Lamentablemente, se debió a la mala fortuna de un colega. Esperamos sacar esto adelante”, señaló el flamante DT.
“Es una hermosa responsabilidad. Tenemos ideas y convicciones claras que creemos indicadas para este momento. Queremos que el hincha esté contento y vamos a trabajar para eso. La institución merece otro presente futbolístico”, amplió.
Capandeguy ya se presentó ante sus dirigidos y tuvo hoy su primer entrenamiento, pensando en el duelo ante el “Gallego”.
Luego de la derrota ante el “Monarca” se encendieron una vez más las alarmas de la desafiliación en Claypole. El representativo browniano no puede darse el lujo de seguir regalando puntos, porque otra victoria de su competidor lo dejará en la zona roja.
El DT saliente asumió en 2017, sucediendo a Héctor Baillié. Su inicio de gestión fue muy bueno, ganando tres de los primeros cuatro partidos. Sin embargo, este nuevo año el rendimiento del equipo bajó considerablemente.
De los ocho encuentros que jugó, perdió siete. Una estadística inapropiada de un conjunto que pelea por mantener la categoría. Ante los dirigentes, Micieli argumentó no encontrar respuestas de los futbolistas.
En ese contexto, decidió dar un paso al costado antes de que la situación se vuelva irreversible. Su segunda etapa en el club estuvo lejos de ser como la inicial, en la que peleó por el ascenso a la C.
