Los agentes estaban acusados de “falsedad ideológica”, tras no haber visto el auto de la familia browniana en el proceso de rastrillaje. Los jueces consideraron que “no constituye un delito” y que “no mintieron en las actas que labraron”.
Tras ocho años del accidente automovilístico de la familia Pomar, la Justicia ordenó la absolución de los únicos detenidos por el hecho. Se trata Daniel Fabián Arruvito y Luis Angel Quiroga, dos de los policías que formaban parte del operativo de rescate.
Los uniformados habían sido acusados de “falsedad ideológica de instrumento público”. La defensa de una de las víctimas había señalado que, en el lugar donde habían hecho el rastrillaje, había serios indicios del paradero de las víctimas que no estaban mencionadas en las actas. Esto entorpeció la búsqueda y finalmente tardaron 24 días en hallar los cuerpos ya sin vida.
Ante esta situación, la Cámara de Apelación y Garantías de Junín decidió el jueves pasado liberarlos de los cargos. Los jueces consideraron que el hecho de no ver a la familia “no constituye un delito” y que “no mintieron en las actas que labraron”.
El hecho ocurrió el 14 de noviembre de 2009. La familia browniana se dirigía desde José Mármol, lugar donde vivían, hacia la ciudad de Pergamino. Viajaban Luis Fernando Pomar, de 40 años; y su esposa, Gabriela Viagrán, de 36. Estaban acompañados de sus hijas, María del Pilar (3) y Candelaria (6).
Sin embargo, un grave accidente dejó el auto volcado al costado de la ruta 31 a la altura de la localidad de Salto, a 40 kilómetros de su destino final. Sus parientes, al no tener noticias de ellos, realizaron la denuncia al otro día.
La Policía desplegó un amplio operativo donde se rastrilló la zona por tierra, agua y aire. No obstante, lograron encontrarlos 24 días después.
Las pericias constataron que todos los integrantes del grupo familiar fallecieron a raíz del trágico accidente. Ninguno llevaba puesto el cinturón de seguridad lo que hizo que, producto del impacto, salieran despedidos del vehículo.
La fiscalía y la querella habían pedido hasta cuatro años de prisión para los agentes. La abogada de María Cristina Robert, madre de Gabriela Viagrán, había señalado que los uniformados no habían efectuado el rastrillaje correspondiente.
Según el testimonio de la profesional, en el lugar del accidente se encontró en el asfalto una huella de 12 metros realizada por el propio auto tras querer frenar. Además, había restos del automóvil en la banquina. Sin embargo, ninguno de estos detalles estaban constatados en las actas.
Meses atrás, el juez Carlos Pico, del Juzgado Correccional N°2 de Pergamino, había condenado a Arruvito y Quiroga con una pena de un año y dos meses de prisión. Mientras que, Benito Barcos, el tercer policía imputado por el hecho, había sido absuelto.
Asimismo, otros tres agentes habían sido acusados por el delito de “violación de los deberes de funcionario público”. Una de las razones es que trece días después del accidente, uno de los uniformados había recibido un llamado donde se le informaba la ubicación del rodado.
