//Primicia// En Don Orione, efectivos de la DDI de Esteban Echeverría desarticularon una banda de piratas del asfalto tras un operativo realizado en una estación de servicio abandonada. Recuperaron medicamentos, valuados en 1 millón 200 mil pesos, que iban a ser exportados a Uruguay.
Tras un fuerte operativo, la Policia bonaerense debarató una banda de piratas del asfalto que operaban en un galpón de una estación de servicio abandonada, ubicada en la intersección de la ruta provincial 4 y San Francisco de Asís, Don Orione. En el lugar, se incautaron un total de 70 mil cajas de medicamentos, valuados en 1 millón 200 mil pesos, que iban a ser exportados a Uruguay.
El robo de los medicamentos fue detectado luego de la denuncia del chofer de un laboratorio de Pilar. Según versiones policiales, las drogas debían ser transportadas hasta el aeropuerto de Ezeiza, ya que su destino era Uruguay.
El conductor del vehículo había denunciado que al llegar a la rotonda de San Justo fue interceptado por piratas del asfalto, quienes lo subieron a un automóvil y luego lo liberaron en la ciudad. Por este motivo, el hombre aseguró haber tenido que entregar la carga de miles de medicamentos.
Sin embargo, la investigación de efectivos de la DDI de Esteban Echeverría determinó que "la versión del chofer era falsa" y que en realidad el conductor había entregado los medicamentos a una organización a cambio de un porcentaje de la posterior venta.
La Policía -por orden de la Justicia- detectó el galpón y allanó el lugar donde recuperaron la mercadería como también se secuestró un fusil mauser calibre 308, con mira telescópica de alto alcance, que tenía pedido de secuestro desde 2001.
En conferencia de prensa, el titular de la DDI de Esteban Echeverría, Pablo Bressi, a cargo del operativo, explicó: “Gracias a esta investigación, que duró más de un mes, se secuestraron dos sustancias: Tamsulosina y Paracetamol, que iban a ser comercializadas a México y Perú”.
“Esta medicación posee un rango de temperatura específico, que al ser robada se salió del contralor, por lo cual el laboratorio decidió no comercializarla y mandarla a destruir”, completó
En el caso intervino la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 del Departamento Judicial de La Matanza.