Deficiencias en la infraestructura, problemas eléctricos, sanitarios rotos, falta de bancos y sillas, son algunos de los tantos problemas que aquejan a las escuelas del distrito y la Provincia en general. Pedidos que requieren de respuestas urgentes por parte del Gobierno bonaerense, pero que se hacen esperar. Docentes y alumnos sortean los obstáculos para enseñar y aprender.
Luego de varios paros y movilizaciones, comenzaron las clases en la provincia de Buenos Aires, pero en muchas escuelas de Almirante Brown, al igual que en otros distritos, todavía no están resueltas varias necesidades que estos presentaban en 2014 y, en varios casos, reclaman desde hace varios años atrás.
Los gremios docentes han exigido que, a la par de las discusiones paritarias, se lleven a cabo mesas para definir planes de obras e infraestructura escolar para dar solución a las problemáticas que enfrentan los establecimientos a diario, como la necesidad de arreglo en los techos y paredes, roturas de ventanas y puertas, revisiones periódicas de las instalaciones eléctricas y falta de arreglos en los baños, entre otras.
Pese a que hacia fines del año pasado el panorama era alentador por el llamado a un diálogo temprano entre el Gobierno provincial y los maestros, luego las expectativas se fueron diluyendo a medida que fracasaron las negociaciones. Ante esta situación, quedó en suspenso la ejecución de una Mesa que se dedique pura y exclusivamente a analizar qué problemas edilicios y de servicios, entre otros, que tienen las instituciones educativas bonaerenses.
Lo cierto es que tanto docentes como alumnos volvieron a clases, pero los problemas siguen allí. Diariamente tienen que superar dificultades para enseñar y aprender en condiciones que en para muchos son complicadas, pero para otros hasta peligrosas.
Escuela Secundaria 26 de Glew: la comunidad educativa exige vehementemente que se construya un edificio nuevo, ya que el que se usó hasta hace unos meses tenía orden de demolición. En noviembre se vieron sorprendidos por un pozo que se abrió repentinamente en el suelo, como consecuencia de los daños provocados por las cloacas.
Los padres decidieron tomar la escuela, exigiendo una escuela digna para los chicos. Después de una larga lucha, la promesa fue construir un nuevo establecimiento, pero entre tanto esto suceda, se construirían aulas en la primaria que está ubicada frente al antiguo edificio.
Si bien no era precisamente lo que se pedía, la comunidad educativa entendió que era la solución más próxima que tenían en pos de que los chicos iniciarán las clases el lunes 2 de marzo. Sin embargo, las obras se demoraron y el reclamo ahora apunta a que finalicen las obras para que los chicos puedan volver a clases. Se prevé que esto suceda a fin de este mes.
Colegio Nacional de Adrogué: los tanques de agua no están bien mantenidos, el año pasado encontraron allí palomas muertas. Los alumnos y docentes piden una renovación del mobiliario, ya que las mesas y sillas datan de los años '50. Como si fuera poco, el predio se inunda cuando llueve, en 2014, varias veces debieron suspender las clases porque desbordaron los baños.
Jardín 930 de Don Orione: en lo que fue del año sufrió un robo tras otro, los cuales pudieron superar gracias al aporte solidario de la comunidad browniana. Sin embargo, las necesidades siguen estando latentes para asistir a los más pequeños.
Escuela 47 de Longchamps: a comienzos de año fue brutalmente incendiada y destruida, su reconstrucción y puesta en marcha nuevamente se logró gracias al aporte y colaboración de maestros, vecinos, alumnos, padres de alumnos, ex alumnos, artistas y organizaciones que hicieron festivales para recaudar fondos ante la falta de ayuda provincial.
Escuela 37 de Glew: en octubre pasado fue brutalmente saqueada, llevándose mobiliario y elementos utilizados para dar clases. Al marcharse, los delincuentes prendieron fuego absolutamente todo. Sus responsables hicieron lo imposible y lograron dar clases pese al inconveniente sufrido. Pero aún persisten los reclamos por lo que falta y por pedido de mayor seguridad.
Una larga lista de pendiente que son sólo algunos de los tantos casos que, habiendo experimentado alguna complicación, tuvieron que poner manos a la obra para intentar resolver hasta tanto llegue la ayuda por parte del Consejo Escolar o de Provincia.