El lunes, los padres de la secundaria N° 26 de Glew hicieron una asamblea para informar a la comunidad sobre el estado actual del reclamo y ratificaron su posición de permanecer en el establecimiento hasta tanto obtengan soluciones. Hoy, a las 11, está prevista una reunión con autoridades del área de Infraestructura bonaerense.
Motivados por la indignación y la preocupación, un grupo de padres de la escuela secundaria N° 26 (ex 37) de Glew continúa con la toma iniciada la semana pasada en el establecimiento situado en Scalabrini Ortiz 2561. Es en reclamo de la creación de un edificio nuevo. Allí, con el respaldo de parte importante de la comunidad educativa, aguardan por la reunión que mantendrán hoy con autoridades de la Dirección de Cultura y Educación provincial.
“Vamos a llevarles una copia del petitorio con todas las firmas que recolectamos. Lo que queremos es que ellos bajen y vean la realidad de la escuela, el estado desastroso en el que está”, relató a www.deBrown.com.ar Mariela Celiz, una de las mamás que participa de la medida de fuerza.
En la previa al encuentro, que se desarrollará en la capital bonaerense con representantes del área de Infraestructura de la Dirección General de Cultura y Educación, los autoconvocados realizaron este lunes una charla informativa para dar a conocer el estado de la situación actual y sumar adhesiones a la causa.
“Hicimos una reunión con padres y vecinos para contarles lo que pasa. Vamos a ir a La Plata y depende de lo que nos digan allá, vamos a ver cómo seguimos”, advirtió la mujer, quien aclaró que la decisión de tomar las instalaciones fue para evitar el avance de las “obras de reparación” que se iniciaron en la construcción actual, la cual tiene pedido de demolición desde 1997 pero de todas formas sigue en funcionamiento.
En tanto, señaló que ese fue el modo en que lograron la audiencia con los funcionarios provinciales. “Lo que nos venían prometiendo lo directivos y consejeros escolares lo conseguimos cuando nos sentamos en la escuela. Fue todo en un marco pacífico, el único problema que tuvimos fue con la directora porque no estuvo de acuerdo con la medida”, precisó y aclaró que no hay ningún interés político detrás, sólo “el bienestar de los chicos”.
Con este escenario, pese a que tienen una perspectiva positiva de lo que vendrá, manifestaron que se mantendrán firmes en su decisión hasta tanto no obtengan la respuesta que esperan.
“La toma se mantiene, vamos a esperar las soluciones. Calculo que las obras van a empezar, la escuela está en un estado deplorable y los chicos corren peligro”, insistió.
Mientras tanto, los profesores dispusieron “un plan de contingencia” -en el que los chicos van, buscan las tareas y las hacen en sus casas- para que quienes tienen desaprobados alguno de los dos primeros trimestres puedan levantar las materias.
Motivo por el cual inició la protesta
Si bien los reclamos eran históricos, la gota que rebalsó el vaso fue el derrumbe del piso del patio, que dejó como consecuencia un cráter de 3 metros x 2,10.
Es que, pese a los recurrentes reclamos al Consejo Escolar y al Ministerio de Educación bonaerense, la situación edilicia del establecimiento es paupérrima. Tiene problemas con los servicios de agua y luz, rajaduras, y falta de mantenimiento en los baños. Sumado al enorme pozo que quedó en medio del espacio de entretenimiento de los estudiantes.
Lo cierto es que la escuela debía haberse cerrado en 1997. Estaba pedida su demolición, cuando se constató que el edificio no estaba en condiciones para brindar clases. Sin embargo, luego de algunos arreglos que parecerían superficiales, el establecimiento siguió con sus funciones, albergando a cientos de chicos. Hoy las consecuencias se ven claramente.
Ante esta situación padres,docentes y alumnos dijeron basta y exigieron una respuesta concreta: la construcción de un nuevo edificio para que los chicos puedan estudiar dignamente.
