Se trata de un gas tóxico conocido como "el asesino invisible". Causa miles de muertes cada año en todo el mundo. Cómo cuidarse.
Con la llegada de la estación más fría del año, se renuevan las recomendaciones para prevenir intoxicaciones por la inhalación de monóxido de carbono. Su alta peligrosidad se debe a que es un gas inodoro, incoloro, insípido y no irritante.
Se produce por la combustión incompleta en materiales como leña, carbón, gas, kerosene, alcohol o nafta. Este tipo de accidentes suelen ser más usuales en invierno cuando se producen fallas en las instalaciones de calefacción o se encienden estufas, hornallas, braseros y salamandras en ambientes cerrados.
El monóxido de carbono es conocido con diferentes nombres: "gran simulador", "asesino silencioso o invisible". Esto se debe a que en muchos casos el afectado no es consciente de los síntomas. Además, pueden variar de una persona a otra.
Según informaron desde el Ministerio de Salud de la Nación, quienes tienen mayor riesgo son los niños pequeños, los adultos mayores, quienes tengan enfermedades cardíacas o pulmonares y los fumadores. También aquellos que habitan en zonas de gran altitud.
Al inhalar monóxido de carbono, el gas pasa a la sangre e impide transportar el oxígeno al cerebro, el corazón, los pulmones y el resto del cuerpo. Entre los síntomas se incluyen: