Jorge Célico se metió en la historia grande del elenco “Tri” tras conseguir el campeonato Sudamericano y el tercer puesto en el Mundial Sub 20. En el 2001, dirigió a San Martín. “Me emociona recordar mi paso por la institución”, admitió a De Brown. Conocé su historia.
Hace exactamente 18 años atrás, el "Azul" y Célico se cruzaron por primera vez. Tras su paso por las inferiores de Huracán, convenio de por medio, el experimentado entrenador selló su vínculo con "Sanma". Lo dirigió por una temporada entre 2001 y 2002, cuando el elenco de Burzaco disputaba la Primera C, al igual que ahora.
Hoy, la realidad del míster cambió. Después de casi una década al mando de la Universidad Católica de Quito, encaminó al Seleccionado Sub 20 de Ecuador a sus máximos hitos deportivos.
Desde su llegada al combinado “Tricolor”, Jorge Célico no paró de sorprender a todos con un proyecto ambicioso. "Los logros tienen que ver con una planificación y el apoyo de la Federación. Confiaron en mí y me dieron las posibilidades de trabajar correctamente”, sostuvo en comunicación con www.deBrown.com.ar.
A principio de 2019, el argentino y su cuerpo técnico comandaron a la “Mini Tri” al título Sudamericano Sub 20. “Cuando arrancamos había esperanza de conseguir cosas buenas. Yo estaba dirigiendo en primera con comodidad, pero tomé el desafío por el material humano que tiene el país”, aseguró.
Pero pocos meses después, consiguió uno de los mayores éxitos a nivel juveniles. Con un seleccionado muy competitivo y comprometido en la idea de juego, llegó al tercer puesto -medalla de bronce- del Mundial disputado en Polonia, al vencer 1-0 a Italia.
“Recién estoy cayendo de lo que obtuvimos. Me siento muy querido y valorado. La gente me demuestra el afecto. Hemos alcanzado algo histórico que voy a tener presente hasta el día que cierre mis ojos”, explicó a este medio.
Pese a estar traspasado por un presente repleto de logros y reconocimientos -el hincha lo pide para que dirija la mayor- el entrenador no se olvida de su pasó por el “Azul”, al que destaca como “uno de los momentos más hermosos de su vida”.
“Me trataron de maravillas. Son humildes. Tienen una hinchada exigente y muy popular, es por eso que tengo los mejores recuerdos de la institución. San Martín es uno de los mayores ejemplos que he vivido en cuanto a cariño y amor por su club. Me emociono al mencionarlos”, confesó.
Por otra parte, remarcó que de Burzaco se llevó grandes aprendizajes. “El amor por una camiseta, que quizás a veces le trae más dolores de cabeza que satisfacciones, es incondicional. Asimismo, no renuncia a quererla y apoyarla. Eso es admirable y les deseo lo mejor”, reflexionó.
Para cerrar, el director técnico dejó un mensaje para todos los simpatizantes. “Los quiero mucho y cuando esté en Argentina iré a un partido para alentarlos. Espero en algún momento verlos en lo más alto”, concluyó.
