Se trata de Jonathan Bedú, oriundo de Rafael Calzada, quien se impuso antes del límite en su primera pelea como profesional. El pupilo de Alberto Zacarías cortó una larga inactividad y ganó de manera contundente.
En una velada organizada en el Mercado Central, Jonathan Bedú derrotó por nocaut a los 37 segundos del primer asalto a Sebastián Zalazar. Enmarcado en la categoría de los Superligeros (63,500 kg), el púgil local rápidamente hizo sentir el poder de sus puños para dejar fuera de combate al representante de San Martín.
“Es una alegría muy grande para mí y para mi familia. Hace tres años que la vengo luchando, combinando el trabajo con los entrenamientos y cuando se da un debut de estas características, sentís que todo el sacrificio no fue en vano”, expresó al enfrentar los micrófonos de www.deBrown.com.ar.
Desde el campanazo inicial, Bedú conectó una serie de golpes sobre la humanidad de su rival que lo hicieron retroceder. Tras un cross de derecha que Zalazar sintió, el browniano se lanzó en busca de la definición y con una combinación explosiva, lo hizo besar la lona. El árbitro inició la cuenta, pero el hombre de San Martín no se recuperó.
Hace tres años que Jonathan se inició en el boxeo, sin embargo, el camino no fue fácil. “He tenido muchos problemas que me generaron altibajos y perdí mucho tiempo de entrenamientos. Por suerte, la contención de mis entrenadores y la ayuda de mi familia, fueron determinantes para poder salir adelante”, admitió.
Tras estar varios meses alejado de los cuadriláteros, volvió a la acción hace tres semanas en lo que sería su última pelea como amateur con un excelente resultado. A partir de allí, Zacarías inició los trámites para que pueda iniciarse en el campo rentado, dejando atrás un palmarés de 40 peleas, con 31 victorias, 4 derrotas y 5 empates.
Bedú trabaja en una fábrica de acero en Avellaneda y, cuando cumple su jornada laboral, se introduce en el gimnasio ubicado en San Martín 3141 para mejorar su técnica y corregir errores. “Soy un peleador al que le gusta ir al cruce. Tengo la mano pesada y no esquivo el intercambio de golpes”, explicó.
“Esto recién empieza y sé que hay muchas cosas por corregir, pero uno siempre sueña en grande. Yo aspiro a ser campeón del mundo, no sé si llegaré, pero puedo asegurar que voy a dejar todo para alcanzarlo. No me gusta conformarme con poco”, concluyó.
