Una investigación del Instituto Nacional de Salud Infantil y Reproducción Humana de los Estados Unidos comprobó la relación directa entre el padecimiento, en su manifestación física y emocional, y la imposibilidad de las mujeres de quedar embarazadas.
Especialistas advierten que la infertilidad es un problema de tendencia mundial cuyas causas son variables. Ahora, pudieron evidenciar que las mujeres con altos niveles de cortisol, la “hormona del estrés”, tienen ciclos irregulares o problemas para ovular y, en consecuencia, dificultades para concebir.
A pesar de que los causales de esta problemática se consideran en un 40 por ciento de origen femenino, otro 40 masculino y un 20 de la combinación de ambos, actualmente se cree que los hábitos de vida acelerados acarrean un mayor riesgo.
El estudio del Instituto Nacional de Salud Infantil y Reproducción Humana de los Estados Unidos, que incluyó el seguimiento durante 12 meses de 501 parejas que pretendían tener un hijo, mostró que aquellas personas que se sometieron a algún tipo de tratamiento para disminuir su nivel de estrés, pudieron aumentar sus chances de quedar embarazadas.
Es que las mujeres que atraviesan un estrés físico o emocional tienen un 50 por ciento menos de posibilidades de concebir. Un gran porcentaje de estos casos notaron la presencia de cortisol y de alfa amilasa en la saliva de las pacientes, dos importantes biomarcadores que se incrementan ante situaciones de estrés.
Se observó que aquellas que tenían niveles más elevados de estos factores eran un 29 por ciento menos fértil, lo que reducía a la mitad su oportunidad de quedar embarazadas. Por eso, es trascendental identificar la situación y actuar para resolverla.
Una región del cerebro, el hipotálamo, cumple un rol clave en la función reproductiva, ya que en momentos de mucho estrés, como pueden ser duelos y ejercicios físicos excesivos, se pueden generar atrasos menstruales, falta de ovulación o de menstruaciones.
En resumen, si las mujeres logran reducir sus niveles de estrés en el ámbito de la consulta profesional, será más factible que puedan ser mamás. Y así, los tratamientos de alta complejidad sólo se indicarían cuando se agotaron otras instancias.