Un nuevo informe de la autopsia señaló que la enfermera falleció entre la 1:30 y las 4:30. En ese lapso, su esposo Gabriel Guevara había declarado estar durmiendo en la casa que compartían en Longchamps. Está acusado de “Homicidio triplemente calificado” por vínculo, femicidio y alevosía.
Avanza rápidamente la investigación por el crimen de Marcela Coronel, la enfermera de 33 años, hallada asesinada en su casa de Longchamps. Un nuevo estudio reveló que falleció entre las 1:30 y las 4:30. Esto reafirma la hipótesis de que su marido es el autor material del femicidio, ya que declaró que, en ese horario, estaba junto a ella en la vivienda.
El nuevo horario surgió a raíz del análisis de “livideces cadavéricas”. Se trata de manchas violáceas que se presentan el cadáver porque se deposita la sangre en las partes declives. La intensidad de estas varía según la cantidad de horas que hayan transcurrido desde el deceso.
Los primeros análisis habían arrojado que la data de muerte había sido entre las 5 y las 9. Si bien Guevera declaró haber salido de su casa pasadas las 5:30, esto le daba muy poco tiempo para efectuar el asesinato.
Gabriel está detenido e imputado por “Homicidio triplemente calificado” por vínculo, femicidio y alevosía. En declaración indagatoria, relató que la madrugada del crimen llegó alrededor de las 2 a su casa en Longchamps, ya que había ido a visitar una amiga. Esto generó una discusión en la pareja.
Luego, el hombre contó que se quedó mirando Netflix y más tarde se pasó a la cama matrimonial con Marcela. Durmieron abrazados y, pocas horas después, se levantó para ir trabajar en moto.
Los registros confirmaron que Guevara llegó a las 7:14 a su empleo en Parque Patricios. No obstante, según los estudios efectuados sobre su celular, su GPS recién se activó a las 6:14 , cuando estaba saliendo de la localidad browniana.
La fiscal Marcela Juan avanza en la hipótesis de que, en medio de la pelea, él la mató. Luego de cometer el homicidio, pidió ayuda a su hermano Pablo. En declaración indagatoria, el joven relató que Gabriel lo llamó la madrugada del crimen. “Me mandé una cagada, ayúdame”, habrían sido las palabras de la pareja de Coronel.
A raíz de esto, el cuñado de la enfermera viajó hacia Longchamps. Este dato puedo ser comprobado gracias a su tarjeta SUBE. Registró ese día un viaje desde Guernica, lugar donde vive, hacia la casa del matrimonio. Pero el dato peculiar es que no sacó un boleto sino dos.
Pablo admitió haber limpiado la escena del crimen y desordenado todo para que simular que se trató de un robo. No obstante, negó rotundamente haber participado del femicidio. Luego tomó a la pequeña y la abandonó en Burzaco como se aprecia en las imágenes de las cámaras de seguridad. Está imputado por "Homicidio agravado por alevosía".
En este marco, los investigadores consideran la participación de una tercera persona que habría ayudado a los hermanos. Sospechan que pudo haber sido otro integrante de la familia Guevara.
La fiscal aguarda todavía los resultados del ADN sobre el cuerpo de la víctima. Espera además informes sobre cruzamientos de llamadas telefónicas y se prevé una nueva ronda de declaraciones la próxima semana.
