Lo expresó Alberto Zacarías en diálogo con De Brown. El entrenador de boxeo fue nombrado Personalidad Destacada del Deporte en Almirante Brown. Además, declararon de interés municipal a su escuela en Rafael Calzada.
Zacarías es reconocido en el boxeo argentino. En 2012 abrió su escuela para hombres y mujeres en Rafael Calzada. La primera sede estuvo en la Av. San Martín y el año pasado se mudó a la calle homónima de la localidad, ubicada al 2091.
Desde su irrupción, la actividad pugilística creció exponencialmente en el distrito. La institución que lleva adelante se convirtió en un gimnasio de profesionales y en anfitrión de peleas organizadas por la Federación Argentina. Además, proporciona contención y aprendizaje a los jóvenes.
Como premio a la contribución que realiza al deporte y la comunidad, Alberto fue nombrado Personalidad Destacada del Deporte en Almirante Brown y su espacio fue declarado de interés municipal. El reconocimiento fue entregado por el presidente del Concejo Deliberante, Juan Fabiani.
“Fue tan inesperado como merecido. En la escuela hacemos un trabajo muy importante y nos pone contentos que sea valorado de esta manera”, aseguró el director técnico en diálogo con www.deBrown.com.ar
Chicos de distintas localidades y hasta de ciudades vecinas, como Lomas de Zamora, Quilmes, Lanús y Avellaneda vienen a aprender box a Calzada. “Le abrimos las puertas a todo el mundo. Nos eligen por nuestra capacidad y eso nos deja contentos”, manifestó quien en el equipo de trabajo cuenta con la colaboración de su hijo Patricio.
“Es una escuela, por lo que los que asisten lo hacen para aprender. Si notamos a alguien con condiciones de ser profesional o le vemos pasta de campeón, le damos la posibilidad de dar el salto. Pero sólo si cumple con las condiciones. Queremos incluir y dar una disciplina, no que una persona se lastime”, advirtió.
Bajo su tutela, en los últimos 6 años se forjaron más de 3 mil pugilistas. Entre los hombres, se destacan Luciano “Yiyo” Baldor, cuarto en el ranking Supermosca y Jeremías Ponce, sexto en el Superligero. También entrenan a dos promesas femeninas como Iara Altamirano y Bárbara Rivero.
“Son todos muy buenos chicos y pueden dar mucho más. Van por buen camino. El boxeo no es para una determinada clase social. Arriba del ring gana el más inteligente. Por eso también formamos personas”, determinó.
Alberto es hijo del fallecido Santos, quien como entrenador fue una leyenda boxística. Empezó en el mítico gimnasio del Luna Park y allí gestó las carreras de notables que escribieron su propia historia: Carlos Salinas, Enrique Jana, Juan Carlos Sosa, Carlos Martinetti, Sergio Víctor Palma, Juan Martín Coggi, Alberto Sicurella, Juan Carlos Villarreal, Rodrigo Benech y Eduardo Alvarez, entre otros.
Su admiración por la técnica del gran campeón norteamericano Joe Louis, lo llevó a superarse en la enseñanza. Se convirtió en uno de los profesores más destacados con una particularidad única: estuvo en los rincones de sus pupilos a la hora de medirse por títulos mundiales.
Su hermano Claudio fue futbolista, llegando a jugar en Boca y San Lorenzo. Alberto siguió los pasos de su papá y se convirtió en un afamado coach. Actualmente, conduce técnicamente a Carolina “La Turca” Duer, ex campeona mundial del peso mosca.
