Este año la OMS lo incluyó como un trastorno mental que produce infartos y ACV. Conocé cómo prevenirlo.
Presiones, jornadas extensas y fechas límites para cumplir con las tareas, son alguna de las causas de sentirse “quemados” por el trabajo. Es por eso que la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó el síndrome de burnout en la lista en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE).
Esta sintomatología se produce “como resultado del estrés crónico en el lugar de empleo que no se ha manejado con éxito”, según advirtieron los especialistas.
Además, está caracterizado por "falta de energía, sensación de agotamiento, emociones negativas hacia el trabajo, reducción en la eficacia profesional y pérdida de control".
La Fundación Cardiológica Argentina (FCA) explicó que, si bien el estrés es necesario para vivir, los hábitos de vida lo han vuelto una situación crónica y esto puede causar graves problemas.
Es que hace miles de años, para hacer frente a las amenazan que acechaban al hombre primitivo, era fundamental una reacción rápida provocada por el estrés. Pero actualmente, esa constante tensión genera daños psicológicos que luego se pueden traducir en enfermedades.
Los médicos advirtieron que muchas personas no están preparadas para afrontar las presiones y terminan buscando placebos, como el excesivo consumo de alcohol, drogas y/o demás estupefacientes.
Los especialistas aseguran que debe estarse atento a los signos de alerta sobre el síndrome de burnout. “Si estás en un trabajo que no te gusta, el sistema nervioso reacciona con presión arterial y frecuencia cardíaca alta. Además, el sistema inmune se defiende y el sistema hormonal libera cortisol. Allí aparecen los problemas cardiovasculares, cerebrales e infarto de miocardio, entre otros”, afirman desde la FCA.
Para prevenir el desgaste laboral y disminuir el impacto se recomienda: