A raíz de la fuerte tormenta, el “Tambo” sufrió el derrumbe de dos muros que limitan con los terrenos baldíos cerca de las vías del tren y la caída de un árbol dentro de predio. No hubo que lamentar víctimas ni heridos.
Las fuertes ráfagas de viento, acompañada de lluvia y granizo, dejó secuelas en las instalaciones del “Tambo”. La primera mala noticia del 2017 que no tiene nada que ver con lo futbolístico.
Varios carteles publicitarios sacados de sus lugares y al menos dos muros que, impedían la entrada al club por los terrenos limítrofes, fueron destruidos por la tormenta. Además, uno de los grandes árboles que estaba atrás del arco que da para el lado de las vías ferroviarias, también fue desplomado.
Como el mal tiempo comenzó cerca de las 22, no se registraron heridos ya que el club estaba cerrado. Las remodelaciones deberán ser lo antes posible, porque corre el riesgo de que algunos malvivientes ingresen al predio y delincan dentro de él.
Mañana, el plantel dirigido técnicamente por Héctor Baillié volverá a los entrenamientos en el Rodolfo Capocasa, de cara a lo que será la segunda ronda del torneo de Primera D.