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AÑO 12 - EDICIÓN Nº 2382
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DEPORTES
lunes 14 de febrero de 2022

Es de Longchamps y se convirtió en la primera mujer en escalar el Aconcagua sola


Cuando estaba descendiendo, debió ser rescatada por un helicóptero y hospitalizada. "La gran enseñanza que me dejó es que lo único que me puede frenar es la cabeza", aseguró a De Brown.

Emilia Pachado tiene 28 años y consiguió escalar los 6.962 metros sobre el nivel del mar en el Cerro Aconcagua, un hito que lograron muy pocas mujeres. Sin embargo, la travesía de la browniana quedará marcada en la historia por una particularidad nunca antes vista: lo hizo sin asistencia de mulas, sólo ella y su pesado equipamiento llegaron a los puntos más altos de Argentina.

La oriunda de Longchamps emprendió viaje el 26 de enero desde Aeroparque y comenzó con su sueño el 27. En principio, la idea original era iniciar el camino junto a su bicicleta (Hulk), pero sin utilizarla ya que las condiciones no estaban dadas. Pese a la intención de llevarla cargada en la espalda en el campamento, le prohibieron subirla por desconfianza a que la usara.

Sin uno de sus elementos más preciados, la joven aventurera no se dio por vencida. Continuó su camino sin mirar atrás pese a que denunció que, en un primer momento, los guardaparques le retuvieron los pedales, la obligaron a acampar junto a la Ruta y regresar al otro día.

Un objetivo a 6.962 metros

Pasó por varios paradores, entre ellos Plaza Francia, Cerro Bonete, Plaza de Mulas y el Nido de Cóndores. Todos ellos con diferentes temperaturas. Es que en verano, en la entrada del Aconcagua, puede hacer incluso hasta 40°, pero en la cima el frío alcanza entre -15 a -30°.

En este marco, Emilia era consiente que iba a enfrentarse a condiciones adversar como tormentas, viento e incluso nieve. El trayecto no fue nada fácil ya que contaba con un equipo básico debido que la falta de dinero hizo que no pudiera tener todos los materiales necesarios.

El entrenamiento de los meses anteriores fue fundamental para entrar en las páginas doradas del montañismo. Después de la jornada laboral nocturna y haberse recibido de odontóloga en la Facultad de La Plata, la browniana le dedicó tres horas diarias a los trabajos para ponerse en óptimas condiciones físicas. Además, realizó caminatas largas, ciclismo y adquirió conocimientos de supervivencia en su experiencia como cadete de la Escuela Naval Militar.

Finalmente, después de más de una semana de incontables esfuerzos y batallas, pudo descansar de los 30 kilos de equipamiento que tenía sobre su espalda e hizo cumbre el 11 de febrero. De esta manera, se convirtió en la primera mujer en alcanzar los 6.962 metros sin ningún tipo de ayuda.

"Fueron muchísimos kilómetros. La gran enseñanza que me dejó es que lo único que me puede frenar es la cabeza, no es la vida ni las situaciones. Sentía en mi cabeza la voz de mi mamá alentándome. Lo único que se me cruzaba era pensar en mi familia porque necesitaba volver. El próximo verano ya estoy pensando en hacer el Cruce de Los Andes con mi bicicleta", sostuvo Emilia, en diálogo con www.deBrown.com.ar.

Un regreso accidentado

Luego de disfrutar de los fascinantes paisajes que la naturaleza le ofreció y tranquila por haber alcanzado su objetivo personal, comenzó el regreso que no fue para nada tranquilo. Ocho horas de caminata hacia abajo separaban Plaza de Mulas del Campamento Confluencia.

Cuando transitaba por Cuesta Brava sufrió dos caídas que dejaron secuelas en ambos pies y la obligaron a caminar más lento. En Playa Ancha, quedó atrapada en medio de una fuerte tormenta de nieve que rápidamente la cubrió hasta las rodillas.

Con apenas una campera impermeable y gafas siguió durante seis horas con visibilidad de 50 metros en un panorama poco alentador. Afortunadamente, apareció un helicóptero que la rescató.

Ya en el Campamento Horcones, los paramédicos confirmaron que tenía un esguince en el tobillo y principio de hipotermia por lo que fue trasladada al hospital Uspallata dónde pasó toda la noche con suero y medicación. "Pensaba que no volvía. Nunca me hubiera imaginado estar desolada. Veía blanco y sólo pensaba en seguir caminando", aseguró a este medio.

 

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