Lo aseguró Nahuel Álvarez, taekwondista de Adrogué, tras conseguir la medalla de bronce en formas por equipos en el Mundial de Bielorrusia. “Compartir podio con este grupo se disfruta el doble”, admitió.
Nahuel Álvarez fue uno de los integrantes de la Selección Argentina de Taekwondo que dio que hablar en Bielorrusia. El browniano viajó con un objetivo personal muy claro y logró conseguirlo junto a sus compañeros de gimnasio.
“Fuimos con mucha expectativas y ganas. Cuando te nombran para subir al podio te das cuenta que vale la pena tanto sacrificio”, describió el nacido en Adrogué en diálogo con www.deBrown.com.ar.
Y agregó: “Terminamos lastimados o cansados de tanto entrenar, pero cuando logras cosas así y te pones la medalla pensás: ‘Esto es lo mío y en ningún momento voy a aflojar’”.
No es la primera vez que Álvarez consigue destacarse en un torneo, ya que en 2016 se consagró campeón sudamericano. Explicó que la estadía en Bielorrusia, por momentos, fue difícil por tener a la familia lejos. Además, confirmó que estaba confiado porque el equipo había respondido muy bien en otras competencias.
“Siempre que uno estaba bajoneado nos apoyábamos. El grupo está consolidado y fuerte. Somos amigos y nunca perdimos el profesionalismo. Entrenamos todo el año para esto”, remarcó.
A la hora de pelear en el equipo de formas, sufrieron la baja inesperada de Gonzalo Espansandín por una lesión. Los jóvenes del Instituto Mu Deuk Kan de Calzada igualmente se colgaron la de bronce.
“Al principio me preocupe por 'Gonza' porque ya había sido operado. Tuvimos que poner toda la garra y agregamos a un integrante que no estaba en los planes. No dimos un paso atrás. La sensación de conseguir una medalla es terrible. Una emoción enorme”, contó.
Al ser su primera cita mundialista, el taekwondista de 31 años sostuvo que le sorprendieron muchas cuestiones. “El nivel de Europa es muy bueno. Es ir y saber que te cruzas con los mejores. Pasar una primera ronda es un logro increíble. Argentina tiene con qué”, enfatizó.
Además, destacó que la mayoría de sus rivales no trabajan, sólo se entrena para conseguir una medalla. “Nosotros siendo amateurs le hacemos pelea. El torneo me enseñó a dejar todo por lo que quiere. No soy empresario, trabajo, tengo familia y me capacito. Nada es imposible”, describió.
Para finalizar, hizo un balance de su intervención individual en el Mundial. “Conforme con mi participación porque logré el objetivo. Ya quiero estar de nuevo en otra Copa del Mundo”, cerró el browniano.
