Se trata de María Guzmán, dueña de la peluquería "Cielito". El servicio no tiene límite de edad, ni restricciones de días y horarios. “Esto me hace bien, me reconforta, es un bálsamo, una mano de esperanza”, expresó a De Brown.
María Guzmán es mamá de una niña de 4 años, una mujer emprendedora y estilista de profesión. Durante sus largas jornadas de trabajo en su salón "Cielito", ubicado en Glew, toma sus tijeras y transforma las cabelleras de aquellas personas de bajos recursos que no pueden acceder a este servicio.
En tiempos de profunda crisis en el país, la vecina decidió llevar adelante la propuesta solidaria que es única en la zona. Esta destinada a todos por igual, desde niños hasta abuelos, en cualquier día de la semana y horario.
“Puede ser para una persona que tiene una entrevista laboral y no tiene plata para el corte; para que un nene vaya prolijo al colegio o para los papas que tiene que ir a trabajar. No tengo problema. Yo sé que me va a recompensar Dios. Eso lo puse en el cartel que anuncia esta iniciativa: 'Hoy por ti mañana por mí'”, detalló Guzmán en diálogo con www.deBrown.com.ar
Se desarrolla en el salón ubicado en Francisco Beiró 280, frente a la plaza del Parque Roma, justo en el corazón de Glew. Abre sus puertas de martes a sábados de 8 a 13 y de 16 a 19:30; mientras que los lunes sólo atiende por la tarde.
"Estoy rodeada de escuelas y todos los días veo pasar a mamás con muchos chicos. Entonces pensé que más allá de que el costo de mi corte sea accesible, una familia con varios hijos no pueden pagarlo. Estamos en tiempos difíciles”, contó. Y agregó: “Esto me hace bien, me reconforta, es un bálsamo, una mano de esperanza”,
María hace apenas un mes logró cumplir unos de sus sueños y anhelos laborales más grandes. Con mucho esfuerzo, abrió las puertas de su propia peluquería “Cielito”.
“Hacía dos años que trabajaba desde mi casa, atendía solo a clientes, no hacía pasar a gente desconocida. En paralelo, siempre ofrecí mi servicio en comedores comunitarios y sociedades de fomento”, relató la estilista, dejando entrever que su costado solidario no es algo nuevo, sino que está en su esencia.
Trabajadora incansable y luchadora por sobre todas las cosas, María contó que debió atravesar situaciones complicadas en su vida y en esos momentos siempre “recibió una mano de personas que no esperaba”.
“Pase situaciones feas. Curse un embarazo sola, perdí el trabajo a los seis meses, tuve que salir a vender a la calle. La peleé mucho, por eso me pongo en el lugar de quien también la tiene que pelear en esos momentos difíciles”, admitió.
Además agregó: “Mi marido es pintor y muchas veces estamos contando la plata para terminar de pagar las cuentas. Somos gente de trabajo, no estamos en una situación acomodada, ni nos damos grandes lujos. Esto que decidimos hacer es de corazón”.
Con el poder de las redes sociales, su iniciativa se viralizó y durante el fin de semana se comunicaron con ella las responsables de un merendero de Guernica. "Son más de cien chicos, yo no tengo problema. Los lunes a la mañana no abro entonces coordinamos para que vengan todos a cortarse el pelo. Tengo colegas que no creo que tengan problema en dar una mano”, agregó.
