Se trata de Miguel Oliva, de 28 años, oriundo de San José, Temperley. Sospechan que se trató de un ajuste de cuentas.
Los forenses informaron que el joven presentaba dos disparos en la zona lumbar por lo que creen que murió desangrado.
Los restos pertenecientes a Miguel Oliva se encontraron en el arroyo San Francisco, situado en el cruce de Mendoza y San Juan, en Rafael Calzada.
El fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 14 de Lomas de Zamora y el personal del gabinete de prevención de la comisaría de Rafael Calzada, que tienen a cargo del caso, descartaron la hipótesis del robo.
Es que tenía en su poder su billetera y su teléfono celular. Creen que se trata de un hecho de venganza por lo que están abocados a encontrar a los culpables.