Sólo una de cada tres personas afirma sentirse seguro, según sondeos privados. En 17 de 25 partidos, es el principal problema a resolver. Las percepciones son diferentes en las zonas Norte y Sur.
Sólo uno de cada tres habitantes del conurbano bonaerense se siente seguro dentro de las fronteras de su municipio. Casi nueve de los 13 millones de vecinos que residen en el Gran Buenos Aires perciben que su integridad está en riesgo en sus hogares, cuando concurren a trabajar o transitan por su barrio.
La cifra surge de una encuesta de 13.953 casos que realizó Poliarquía Consultores durante tres semanas, entre el 22 de julio y el 9 de agosto, 25 partidos del Conurbano. Según el estudio, la preocupación por la inseguridad volvió a aflorar. Fue el problema municipal más señalado en 17 de los 25 distritos encuestados.
El 27% de los vecinos la ubicó como su principal preocupación, le siguieron el mal estado de calles y veredas (13%), las tarifas de los servicios de agua, gas y electricidad (11%) y la corrupción de los funcionarios (11%). Atrás quedaron otros temas con enfoque nacional, como la pobreza (9%), el desempleo (8%) y las drogas (6%).
Un análisis importante que se desprendió del informe fue que la seguridad, que debería haber quedado afuera de la discusión de la órbita municipal, debido a que es responsabilidad del Estado provincial y de la Nación, es identificada por los vecinos como una asignatura vinculada a los gobierno municipales.
La preocupación por la inseguridad y las tarifas crece en el cordón de municipios que rodean la ciudad de Buenos Aires, mientras que en el segundo anillo del Conurbano aumenta la estimación de la pobreza, el desempleo y los problemas referidos al estado del espacio público y de los servicios de salud.
De la investigación surgió que los vecinos de Ezeiza y Tigre son los habitantes del Gran Buenos Aires que se sienten más seguros: un 64% de los encuestados en Ezeiza reconoció sentirse muy o bastante seguro viviendo allí, contra un 35% que expresó lo contrario. En Tigre, esos valores fueron de 61% y 39%, respectivamente.
Con una percepción de seguridad alta se ubican otros cuatro municipios de la zona norte del conurbano: San Isidro (58% seguro y 40% inseguro), San Fernando (58%y 41%), Vicente López (55% y 44%) y San Miguel (52% y 45%).
Los cuatro distritos donde la percepción de inseguridad es preocupante son: Lanús (14% de vecinos seguros, contra 84% que se sienten inseguros), Quilmes (21% y 76%) y Berazategui (19% y 78%). El cuarto más inseguro para sus habitantes es Moreno (20% y 75%), en la zona noroeste.
En un grado menor, la inseguridad es percibida como alta en otros siete municipios. De norte a sur, José C. Paz, Tres de Febrero, Merlo, La Matanza, Lomas de Zamora, Esteban Echeverría y Florencio Varela. En otros ocho distritos esa percepción de inseguridad prevalece, aunque más moderada: Pilar, Malvinas Argentinas, San Martín, Hurlingham, Ituzaingó, Morón, Avellaneda y Almirante Brown.
La inseguridad en números
El último relevamiento de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos indicó que entre junio, julio y agosto fueron asentados 29 en el Departamento Judicial de Lomas de Zamora, que abarca además a Almirante Brown, Lanús, Esteban Echeverría, Cañuelas, Ezeiza, Presidente Perón, San Vicente y General Las Heras.
Luego se ubica la fiscalía de Morón, que incluye a La Matanza, Merlo, Hurlingham, Ituzaingó y Marcos Paz, con 21 casos. Y, en tercer lugar la de Capital Federal con 1.
Asimismo, durante los primeros ocho meses del 2016 acontecieron 115 homicidios, el 80 por ciento en el Conurbano. Esto significa un fallecimiento, cada menos de 48 horas. Siete de cada diez víctimas fueron baleadas. Los distritos más afectados son Lanús, La Matanza y Lomas de Zamora.
Las estadísticas también evidencian que de cada 100 hogares, 17 padecieron el ingreso de delincuentes. Una vez adentro, amenazaron y golpearon salvajemente a sus integrantes.
Tomar la responsabilidad
Para hacer frente a la ola delictiva y la intranquilidad generalizada, los intendentes nucleados en el Consorcio de Municipios del Conurbano Sur (Comcosur) vienen manteniendo reuniones para articular políticas regionales.
En simultáneo, los mandatarios municipales peronistas nucleados en el “Grupo Esmeralda” continúan con el reclamo para cambiar de órbita el funcionamiento de la Policía Local al ámbito comunal, con el objetivo de reforzar la presencia de efectivos en las calles.
Un Brown activo
Aunque la seguridad es responsabilidad de Provincia y Nación, el Municipio puso en marcha una serie de políticas para luchar contra el delito, una de las mayores preocupaciones de los ciudadanos.
Durante la última sesión del Concejo Deliberante local, el organismo avaló por unanimidad un convenio entre el Ministerio de Seguridad de la Nación y la Comuna. Se trata del ingreso cámaras para monitoreo y material tecnológico de innovación por un monto de casi 4 millones de pesos. Se reflejarán en la construcción de un centro de vigilancia en la Av. Monteverde.
Desde la asunción del intendente Mariano Cascallares, se procedió a la reparación de dichos dispositivos en los barrios. En diciembre de 2015, sólo funcionaban 19; ahora lo hacen 95, que están distribuidas en las 12 localidades que conforman el partido.
A su vez, en agosto el Cuerpo autorizó la compra del inmueble donde funcionó el ex Colegio del Pinar en Burzaco para instalar allí un centro de monitoreo, un polo judicial con fiscalías descentralizadas y otorgarle una sede oficial a la Policía Local.
En abril se comunicó el inicio de la etapa de preparación de la tercera promoción de agentes de la fuerza. El objetivo es que, a fin de año, se sumen a los 722 efectivos que ya recorren las calles. Se capacitan en el Polideportivo de Ministro Rivadavia, con una carga de 12 horas diarias de lunes a viernes de 7 a 19.
Además, se recibieron más patrullleros, se instalaron nueve puestos policiales para aumentar la presencia policial; y se diseñó el proyecto Corredores Escolares Seguros con el fin de proteger a los alumnos.
