El objetivo es reforzar la seguridad en las zonas más sensibles. Una de las garitas ya funciona en la bajada del puente de Claypole. Próximamente, se extenderán a Glew, Solano, Malvinas Argentinas, Longchamps y Burzaco.
Los principales accesos de Almirante Brown tendrán más controles policiales, en el marco de la lucha contra el delito. El Municipio inició la instalación de puestos de vigilancia en diversas localidades.
Sobre la Ruta 4, a la altura de la bajada del puente de Claypole, ya hay una garita en funcionamiento, y en los próximos días sucederá lo mismo en los ingresos de Glew, Solano, Malvinas Argentinas, Longchamps y Burzaco.
Los puestos funcionarán las 24 horas. Durante el día habrá dos efectivos de la Policía Local y en la noche, oficiales de la Bonaerense. Estos puntos serán usados como “base” para la realización de relevos entre turnos y como parada de los policías que estén patrullando la zona.
Tras los casos de inseguridad registrados durante el verano, la Comuna desarrolla nuevas estrategias para reforzar los controles policiales y suma herramientas. “Avanzamos con este mecanismo para colaborar con la Policía de Buenos Aires en la prevención del delito”, explicó el intendente de Almirante Brown, Mariano Cascallares.
En los próximos días se habilitarán otros puestos en Hipólito Yrigoyen y Capitán Olivera, en Glew; y en Ruta 4 y Donato Álvarez, en el ingreso a Solano, dos garitas que serán reactivadas luego de varios años sin uso.
Progresivamente, se sumarán otros cinco puntos, que esperan la llegada de cabinas nuevas. Las mismas cuentan con aire acondicionado, baño químico y son totalmente blindadas. Estarán ploteadas con el nombre del Municipio y el símbolo de la Policía Local para ser rápidamente identificadas por los vecinos.
En principio, se ubicarán en Ruta 16 y Manuela Pedraza, en Longchamps; en San Martín y Ruta 24, en Solano; Ruta 4 y Seguí, en Malvinas Argentinas; y en Burzaco habrá dos: una en Ruta 4 al 2500, e Hipólito Yrigoyen y Ruta 4.
