Carlos realizó tareas de espionaje durante el conflicto bélico, en el que varios de sus alumnos murieron en el Crucero Belgrano. Años después, volvió a la isla como deportista y ahora prepara una obra sobre sus vivencias.
Los lazos que unen a Monticelli con la Guerra de Malvinas son tan dolorosos como movilizadores. A 38 años de uno de los eventos más recordados por el pueblo argentino, el vecino de Burzaco prepara un nuevo libro basado en sus vivencias en las islas.
En abril de 1982, el escritor ejercía la docencia y era radioaficionado activo. Fue convocado a hacer guardias de escuchas durante las tardes y noches y logró grabar cuando los ingleses retomaron las Georgias.
En paralelo, su hermano puso el cuerpo en la batalla. También parte de los alumnos del browniano, algunos de ellos murieron en en el Crucero Belgrano.
De aquella época trágica nació la necesidad de Carlos de conocer las tierras. Sentía una deuda y tenía que buscar respuestas para poder sanar. Fue así que pisó Malvinas en dos oportunidades como nadador representado a Burzaco F.C y los recuerdos volvieron todos juntos.
"Estar allí te genera emociones que van desde la ansiedad hasta la reconciliación con uno mismo. En Darwing hay una energía diferente que hasta podes quebrarte fácilmente. Es muy fuerte ver nuestra bandera ahí", reconoció el browniano en diálogo con www.deBrown.com.ar.
La idea de "malvinizar" sigue intacta. Viajar y caminar las calles es una forma de honrar a los caídos, pero, sobre todo, es la mejor manera de nunca olvidarlos. En esa línea, también cree que es fundamental crear acercamientos con las personas que viven ahí.
"Hay muchos conflictos en el mundo y tenemos que rescatar la esencia que es la convivencia entre dos pueblos. Cuando uno los conoce se encuentra con gente con vida normal y se van los prejuicios", sostuvo. En 2019, el escritor llevó cartas de una escuela de Ministro Rivadavia.
En los últimos días, Monticelli confirmó que su obra "Latidos de Malvinas" estará a la venta post pandemia. Su nueva creación se basa en vivencias sociales como deportivas dentro de la Islas.
"Son vivencias escritas con personajes y lugares reales en un mundo de ficción que lleva a exponer las sensaciones nuestras de estar ahí: alegrías, miedo, la sensación de frío, de desafiar algo, pero conlleva un mensaje positivo, de unión", adelantó.
Y agregó: "Nadar en Malvinas y sacar un libro tienen un punto en común. Quiero homenajear a los caídos y buscar un acercamiento. Lo positivo es tratar de humanizar y no olvidar", aseguró en comunicación con este medio.
