Yasmín está al frente de Bonett Club, un espacio gastronómico de especialidad para quienes aman lo dulce. Se encuentra la búsqueda de profesores que quieran brindar talleres. "La idea es que encuentren acá un lugar de pertenencia", confesó a De Brown. Conocé su historia.
Yasmín Bonetti es una joven emprendedora de Adrogué que logró superar sus miedos y lanzarse de lleno a comercializar sus productos. Todo comenzó cuando, hace unos años, decidió abandonar su empleo y dedicarse de lleno a su pasión: la pastelería. Para sorpresa hasta de ella, sus macarons la hicieron crecer en el ámbito y que hoy pudiera abrir su propio local en Adrogué.
“Bonett Club” se ubica en avenida Espora 907, Adrogué. Lleva el nombre artístico de su tío abuelo, quien era bailarín clásico. El objetivo es que quienes vayan a degustar sus creaciones puedan también disfrutar de los talleres que pronto se brindarán para que sea toda una "experiencia gastronómica".
"Estamos buscando gente de la zona que de clases de pintura, cerámica, lectura, la propuesta que quieran traerme. La idea es que encuentren acá un lugar de pertenencia", contó la browniana en diálogo con www.deBrown.com.ar.
El comercio ofrece desde variedad de tortas y desayunos hasta su especialidad: los macarons; además tiene opciones dulces para fechas especiales y hace pedidos personalizados. Los vecinos ya pueden pasar a degustar allí, pedir a domicilio u optar por el servicio take away. Toda la información podrán encontrarla en su cuenta de IG:@bonett.club.
“Bonett para mí son todas esas horas de estudio, los viajes a Ezeiza, las jornadas eternas horneando y soñando, forjando mi carácter sensible y mi disciplina de toda la vida. Es cada profe, amigo y familiar que me acompañó. Son esos primeros pedidos que entregaba de mala onda en bici, que después entregábamos con mi papá. Muchos macarons caídos, llantos, y también ese día en que hice 500 unidades… ¡y fue todo un logro!”, expresó en sus redes tras anunciar la apertura del comercio.
Nueve años atrás, la browniana empezó a estudiar cocina; mientras en paralelo trabajaba con jornada extendida. “Un día dije 'basta, voy a dedicarme 100% a este proyecto para hacerlo crecer'. Recuerdo que tenía $10 mil y compré con $600 mercadería para ponerme a vender y así fue. Comencé a ir a ferias, a hacer clientes, a tomar pedidos y subir contenido a redes”, contó.
Sin embargo, su gran crecimiento en el rubro fue en el 2020, un año revolucionado por la pandemia del Covid. Es que sus colegas comenzaron a encargarle tapas de macarons sin relleno. “Lo máximo que llegamos a hacer era 3 mil unidades por semana, con un promedio de 850 por día. Era una locura. Primero lo hacía sola y después no daba abasto”, aseguró.
Y agregó entre risas: “El pedido más raro que me hicieron fueron macarons con mensajes. Este decía 'perdóname, por favor, te amo'. Después para San Valentín nos solicitaron dos regalos con nombres diferentes”.
Entre anécdotas y horas en la cocina de su casa, el 2020 siguió con más desafíos. Es que Victoria fue una de las protagonistas de “El gran premio de la cocina”, el ciclo que se emitía por Canal Trece. Esta posibilidad le permitió que más gente la conociera y seguir proyectándose en el rubro.
Finalmente, el 19 de abril llegó el día de abrir su local. Esto representó dejar atrás sus propios miedos. Es que Yasmín había decidido volver a trabajar en relación de dependencia porque, si bien el proyecto gastronómico era muy anhelado, también la “asustaba”. “Llegué hasta acá gracias a mi red de apoyo, a mis amigas y familia. Ellos me empujaron, yo lo venía pateando”, concluyó.
🚲 Motivados por las ganas de pedalear, brownianos crearon un grupo que recorre en bici la Región 👇 #Bicicleta https://t.co/eN3DEHVXLA
— Noticias De Brown (@debrownweb) April 26, 2025
