Así lo expresó el jefe del bloque de diputados del Frente Renovador en la Cámara baja, Darío Giustozzi, en relación a los Fondos Buitres. Se refirió a la exposición de los funcionarios realizada ayer en el Congreso y sostuvo que se necesita “tener un ámbito profesional multipartidario” para analizar los pasos a seguir.
En medio de la preocupación y la polémica que despierta la situación de la Argentina frente a los Fondos Buitre, se concretó ayer un encuentro en el Congreso de la Nación, entre los funcionarios del Gabinete nacional, a cargo de la negociación, y los jefes de bancada de los espacios políticos que componen las cámaras.
Tras la reunión, el presidente del bloque de diputados nacionales del Frente Renovador, Darío Giustozzi, cuestionó la exposición realizada, a raíz de la falta de interacción con los legisladores; y sostuvo que se necesita “tener un ámbito profesional multipartidario” para analizar los pasos a seguir.
“Lo que tuvimos fue lo que dijo en la conferencia de prensa ayer el Ministro, acompañado por el jefe de Gabinete y el secretario Legal y Técnico, una especie de conferencia de prensa ampliada. Sonó a poco y no trajo algún lineamiento estratégico, como para que podamos compartir e intercambiar nuestras posiciones respecto de eso, así que lo único que tuvimos fue una reunión informativa frente a un tema delicado”, señaló.
En relación a la propuesta del Frente Renovador para superar esta situación, que pone en jaque a la economía nacional, aseguró que tanto el consenso, como la creación un espacio multipartidario para evaluación de las decisiones a tomar, serían un gran paso en la lucha contra este grave problema.
“Frente a un Gobierno que le quedan cuatrocientos y pico de días, tiene que haber un ámbito de mucho consenso, y que esté en contacto permanente con el Gobierno, que sea una comisión bicameral, 50% oficialismo y 50% oposición, con los mejores expertos”, explicó Giustozzi.
Según detalló, el objetivo es que “lo que vaya saliendo tenga suficiente sustentabilidad y pueda generar confianza hacia adentro del país y también hacia fuera”. “Esto es lo que ha perdido la Argentina, por eso tenemos una situación de alta vulnerabilidad, porque los errores de este Gobierno nos han puesto en esta situación”, concluyó.
Buscan negociar con los Fondos Buitres
El abogado Carmine Boccuzzi, representante legal de la Argentina, señaló en la reunión con el juez Griesa que “el plan es estar en Nueva York la semana próxima para negociar con los 'holdouts' y resolver esta situación”.
Es que el Gobierno está dispuesto a negociar un acuerdo con acreedores impagos en la primera audiencia judicial, luego de que la Corte Suprema de Estados Unidos convalidara un fallo de primera instancia, que ordenó al país desembolsar 1.500 millones de dólares por incumplimiento de la deuda cesanteada en 2001.
La audiencia fue convocada por el juez de Nueva York Thomas Griesa, quien en 2012 falló a favor de los acreedores impagos y que el lunes pasado recibió el aval de la Corte Suprema. En la audiencia, el magistrado estadounidense rechazó enfáticamente un nuevo plan de canje anunciado por el Gobierno bajo jurisdicción argentina y lo consideró una violación de su orden judicial.
Por su parte, el ministro de Economía, Axel Kicillof, advirtió el martes que el Gobierno “está iniciando los pasos para un canje de deuda para pagar en Argentina y bajo la ley argentina” y así evitar se embarguen 900 millones de dólares destinados al pago el 30 de junio a los acreedores que aceptaron una quita de capital en las reestructuraciones de 2005 y 2010.
Sin embargo, a partir de la decisión de la Corte de Apelaciones de Nueva York de levantar la medida cautelar que pesaba sobre los fallos adversos del juez Thomas Griesa contra la Argentina, queda operativa la posibilidad de que la justicia norteamericana embargue automáticamente los giros que la Argentina hace al exterior para pagar a sus acreedores.
La disputa se origina en la mora récord de Argentina sobre una deuda de 100.000 millones de dólares en el 2001.
La presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, calificó como “una extorsión” las sentencias favorables a los acreedores impagos en la justicia estadounidense y advirtió que si Argentina se viera obligada a pagar a los “fondos buitre” al contado y en lo inmediato “el país se vería empujado a un default”.
Explicó que ese pago habilitaría a los bonistas que aceptaron los títulos reestructurados -un 92% del total- y a otros que no lo hicieron, pero que tampoco demandaron al país, a reclamar el mismo trato, con lo cual Argentina tendría que enfrentar al corto plazo una erogación equivalente a más de la mitad de sus reservas internacionales, que rondan los 29.000 millones de dólares.