Las cifras difundidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) son alarmantes. Se produce un fallecimiento cada 75 segundos por ingerir productos que presentan microorganismos, bacterias, parásitos y toxinas. Advierten que la clave está en reforzar la higiene y controlar la cadena de frío.
Un informe de alcance mundial revela que una persona muere cada 75 segundos a causa de enfermedades derivadas de utilizar comestibles vencidos o que sufrieron contaminación, en alguna de las etapas de su preparación.
El trabajo de la OMS lleva el nombre de "Estimación de la carga mundial de las enfermedades de transmisión alimentaria" y afirma que se producen 420 mil defunciones anualmente en el mundo por trastornos transmitidos por alimentos descompuestos.
Esto se debe a que pueden contener microorganismos, bacterias, virus, parásitos y toxinas no beneficiosas para el ser humano. Este flagelo afecta por igual a grandes y chicos, ya que se estima que 125.000 menores de 5 años mueren también cada año por este motivo.
Sobre ese punto, en nuestro país, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología médica (ANMAT) emitió un informe en el que explica que antes de llegar a la mesa los alimentos pasan por diversas etapas, en los cuales pueden sufrir algún tipo de contagio.
En cada una de esas fases intervienen diversos actores: el productor, el transportista, el procesador, el etiquetador, el minorista y, finalmente el consumidor. Todos son responsables de cumplir con los requerimientos básicos de higiene para impedir esta problemática.
La contaminación se define como “toda materia que se incorpora al alimento sin ser propia de él y con la capacidad de producir enfermedad a quien lo consume. Básicamente, esas materias pueden ser de tipo biológico, químico y/o físico”.
Los inconvenientes derivados de la ingesta de carne y huevos crudos o mal cocidos, verduras y frutas mal lavadas, y productos lácteos podridos son, por lo general, gastrointestinales. Sin embargo, también se detectan casos de gastroenteritis severas, botulismo, triquinosis, brucelosis.
Recomendaciones
Con el objetivo de concientizar a la población y de evitar que este mal se extienda aún más, desde la ANMAT difundieron una serie de consejos básicos: