Tras un emocionante partido, Holanda y Costa Rica empataron 0 a 0 en los 120 minutos. Pero en la definición, la "Naranja" se impuso 4 a 3 por las atajadas de Tim Krul, arquero suplente que el entrenador europeo Louis Van Gaal puso en la última jugada del tiempo extra. De esa manera, su seleccionado se convirtió en el rival de la Argentina en semifinales, mientras que los centroamericanos esta vez no pudieron, pero igualmente la hazaña de llegar hasta donde lo hicieron, no se la quita nadie.
La selección de Costa Rica se despidió del Mundial con dignidad. Holanda se impuso 4-2 por penales en el último duelo de cuartos de final. El equipo de Louis Van Gaal sigue como candidato al título mientras que los "Ticos" dicen adiós como la sorpresa del Mundial: clasificaron primeros en uno de los grupos más difíciles y dejaron en el camino a Grecia en octavos.
Los dirigidos por Jorge Luis Pinto comenzaron agrupados, cautelosos, y tácticamente posicionados como para resistir el poderío ofensivo de Holanda, para recuperar la pelota y crear una réplica eficaz y rápida.
Por su parte, los europeos eran más dinámicos. La velocidad de Arjen Robben, Robin Van Persie y Memphis Depay se combinaban con la precisión de Wesley Sneijder para generar peligro.
El primer avance peligroso fue para los holandeses, pero Keylor Navas mostró porque es uno de los mejores porteros de la Copa del Mundo y tapó los remates de Van Persie y Sneijder, respectivamente, con gran categoría.
El portero del Levante español también le negó el grito a Depay. La "Orange" estaba cerca de anotar, pero Navas era una muralla en la meta de los "Ticos". A pesar de sus problemas físicos, fue el jugador más importante de la primera etapa. Parecía imbatible.
En el inicio del complemento, se mantuvo la tendencia. Holanda concretaba ataques multitudinarios y Costa Rica se metía en su propia área. Rechazaba cada que pelota que atentaba con quebrar su porteria.
Pinto sacó a Joel Campbell y mandó al campo a Marcos Ureña, que también es delantero, pero necesitaba refrescar el ataque y colocar un jugador más comprometido con la presión a la salida de la primera línea europea.
Sneijder rompió el poste en un tiro libre. Los "Ticos" también contaban con fortuna y el empate sin goles parecía inamovible. Los cinco integrantes de la defensa costarrincense tuvieron un trabajo sacrificado, respaldado por la gran actuación de su guardameta.
En el minuto de descuento, el soporte de Costa Rica fue milagroso. Como si fuera acción divina, el balón se negaba a entrar y la frustración de Holanda crecía de cara a la prórroga. Todo el equipo blanco se refugio en su campo y forzó a que se juege el tiempo extra.
La prórroga no perdió la escencia del partido. Pero si bien los dirigidos por Van Gaal contaban con las oportunidades más nítidas, el conjunto de Jorge Luis Pinto era firme en su resistencia. Juntaba jugadores en los primeros metros y se dedicaba a despejar cada intento naranja.
Mientras el resto de los jugadores sufría el desgaste, Robben desbordaba por el carril derecho con mucha naturalidad y capacidad física, y por más que le doblaban el marcaje, generó lo más peligroso de su equipo en el tiempo suplementario.
El peso de la historia de Holanda no era suficiente. La suerte jugaba con una camiseta costarricense. Incluso, en algunas réplicas, Costa Rica pudo hacer un gol épico, pero se topó Cillissen. Van Gaal metió al portero Tim Krul en el último segundo de la prórroga, porque el boleto a semifinales se definiría por penales.
El técnico holandés no se equivocó. Krul, que juega en el Newcastle de Inglaterra, atajó dos penales y fue el héroe que puso al equipo tres veces subcampeón en una nueva semifinal. Llega invicta al patido con la Argentina que definirá cuál de las dos será finalista.
Costa Rica, la sorpresa de Brasil 2014, se despide con la frente en alto. Hizo una campaña histórica. Nadie la tenía en cuenta, ni pensó que iba a vencer a Italia (1-0), empatar con Inglaterra (0-0) y derrotar a Uruguay (3-1).
Su conductor, el colombiano Pinto, armó un equipo muy competitivo que superó así su mejor actuación que eran los octavos de final de Italia '90. La hazaña será imborrable para Campbell, Ruiz, Navas, el pueblo costarricense, y el resto del mundo del fútbol.