Uruguay venció a Italia por 1-0, eliminando a la "Azurra" y clasificándose a los octavos de final, luego de un mal comienzo. Colombia, ya clasificada, no tuvo piedad y goleó a Japón 4 a 1. Además, Faryd Mondragón -con 43 años-, obtuvo el récord de ser el futbolista más longevo en disputar la Copa del Mundo. Costa Rica empató con Inglaterra sin goles y por primera vez jugará la segunda fase; mientras que Grecia también hará lo propio tras vencer a los africanos de Costa de Marfil 2-1.
Las hazañas, las gestas heroicas siempre le caen bien. Uruguay y la mística son dos palabras que se llevan a la perfección y ahora agregó un hito para su historia. Mandó a los italianos para su casa en primera ronda. Un 1-0 peleado, difícil. Con un gol de un fantástico de la defensa como Diego Godín, la "Celeste" se metió en octavos de final.
Tardó en darse cuenta. En asumir que la hazaña llegaría con goles. Que la mística necesitaba goles. Que la historia del día podía tener un buen final con goles. Con un gol, al menos. Uruguay se decidió recién en el segundo tiempo y se le empezó a abrir los espacios cuando el árbitro, de pésima tarde, expulsó a Claudio Marchisio en una de las tantas jugadas en las que se rasparon. En ésta vio roja y a Italia se le complicó su planteo.
Los sudamericanos se llevaron la victoria porque tomaron los riesgos para necesarios como para hacerlo. Liberando volantes, metiendo a Álvaro Pereira por un intrascendente Nicolás Lodeiro, y porque Diego Giménez hizo olvidar totalmente al caudillo Diego Lugano. Porque a pesar de que Edinson Cavani y Luis Suárez no tuvieron un gran partido, el mediocampo se bancó todas. Y, principalmente, porque Italia no puede aspirar a mucho más si apenas cuenta con Marco Verratti, Andrea Pirlo y Gianliugi Buffon le dieron al encuentro la responsabilidad que merecía.
Cortado, mañoso. Por momentos, el primer tiempo tuvo más pinta de clásico del ascenso argentino que un Italia-Uruguay definiendo si se quedan o no en Brasil. Más de un foul cada dos minutos son la señal de juego tan estudiado como interrumpido.
En el arranque del complemento fueron los uruguayos quienes cerraron filas en tres cuartos y le cortaron los nexos a Mario Balotelli, enojado con sí mismo porque no le salía una. Los dos, cuando no la recuperaban por las buenas, usaban el foul como recurso sistemático. Parecía que a Uruguay no le iba a alcanzar el tiempo, pero quién puede ser el atrevido de cuestionar cómo se construyen las hazañas.
El mordiscón de Suárez a Giorgio Chiellini antes del gol de Godín dará mucha tela para cortar. Merecía la roja pero el árbitro no lo vio. Después llegó la heroica y la clasificación. Y Uruguay se metió "mordiendo" a octavos.
Colombia volvió a lucirse en esta Copa del Mundo. Demolió con suma contundencia a Japón por 4-1 en el cierre del grupo C y terminó con nueve puntos. Ahora, con el liderazgo en el bolsillo, se cruzará en octavos con Uruguay, segundo del D, el sábado 28 en Rio de Janeiro. Los "Nipones" se marchan a casa.
El primer tiempo mostró un desarrollo cambiante. Luego de un arranque equilibrado, los japoneses manejaban mejor la pelota, pero no tenían profundidad ante una defensa colombiana bien parada. Y, más de contra, los "Cafeteros" aprovecharon el penal que Okonno le hizo a Adrián Ramos y Juán Cuadrado lo convirtió en gol. Lentamente, cuando parecía que los de José Néstor Pekerman se amoldaban a los cada vez más esporádicos intentos de los asiáticos, que fueron perdiendo consistencia a lo largo de los minutos, Okazazki encontró el empate en el final del primer tiempo.
Sin especular y dispuesto a obtener el triunfo, el DT argentino metió mano y mandó a la cancha al hombre de River, Carlos Carbonero y a James Rodríguez. Y Colombia creció con éste último. Más claridad y capacidad para manejar la pelota. Dio resultado. Así, en asociación con James, apareció Jackson Martínez para estampar el 2-1. Si bien intentó, Japón nunca tuvo contundencia ni peso para llevarse por delante a su rival. Tibios intentos ante un team colombiano bien parado y que encima se dio el lujo de meter al arquero Faryd Mondragón. A los 43 años, el ex Independiente se convirtió en el futbolista más viejo en jugar el máximo certamen deportivo.
La historia se comenzó a liquidar a diez para el final: nueva jugada entre Rodríguez y Martínez, que definió correcto para el 3-1. ¿Hubo más? Sí, la perlita del propio James, con una enorme destreza individual para cerrar el partido, en la que hizo lo que quiso con la defensa rival. Un elenco "Cafetero" ideal, que se ilusiona con dejar su huella bien marcada en tierra carioca.
Costa Rica se midió ante Inglaterra con el objetivo de sacar un empate que le asegure el primer puesto del Grupo D. Y así fue. Los "Ticos" igualaron 0-0 y no sólo se metieron en octavos, sino que además hicieron historia al ganar la zona. Por su parte, los de Roy Hodgson, que llegaban a este partido eliminados, mostraron una mejoría respecto a los cruces ante Uruguay e Italia, pero se despertaron tarde.
Los dirigidos por Jorge Luis Pinto entendieron que el punto los dejaba en lo más alto de su zona. Entonces, optaron por dominar y evitar darle la pelota a los ingleses, que estaban desesperados por irse con una victoria del mal Mundial que tuvieron. Bryan Ruiz, lo mejor de los centroamericanos, estuvo perdido bajo la presión de Frank Lampard, pero cuando se pudo escapar marcó diferencias. Después cambió el rumbo: Ross Barkley y Jack Wilshere se cargaron el equipo al hombro y le dieron espacio a las idea de los británicos, aunque de tres cuartos para adelante no hubo claridad. A pesar de eso, la más nítida fue de Celso Borges, que aprovechó un tiro libre y travesaño le negó el gol.
En el segundo tiempo cambió la tónica. Los de Hodgson modificaron la cara gracias a Daniel Sturridge, que con su movilidad rompió las líneas de los centroamericanos. Es más, en dos oportunidades inquietó a Keylor Navas. Gracias a eso terminó luciendo al arquero del Levante español, que esperó hasta el último momento las definiciones del moreno y respondió con altura. Ya en el último cuarto del encuentro, el entrenador inglés metió a Steven Gerrard y Wayne Rooney para tratar de dar el toque final, pero nunca llegó el gol. Uno vive un presente único, soñado, y va por más. El otro se va a casa.
Casi un milagro griego. En la última jugada, cuando el partido se moría se hizo justicia, y Grecia, que estaba quedándose afuera del Mundial, se metió en octavos. Gioridios Samaras, de penal, marcó el gol que le puso punto final al sueño de los hermanos Touré, Didier Drogba y todo Costa de Marfil, que tenían la clasificación en el bolsillo. Triunfo histórico para la selección europea.
Los de blanco, al ser últimos con apenas un punto y sin haber marcado siquiera un gol en los primeros dos partidos, parecía ser el que menos posibilidades tenía de clasificarse. No le quedaba otra que ganar ya que Japón empatara o perdiera con Colombia, podía festejar. Eso es lo que entendió Grecia, que cambió de libreto y contra Costa de Marfil fue otro equipo, uno letal de contra.
Hizo dos goles, pero generó situaciones como para marcar unos cuantos más. Sin embargo, sufrió tanto porque los hierros no estuvieron de su lado. El travesaño en dos ocasiones y el palo en una le ahogaron los gritos de gol.
Pero sobre el final, Samaras hizo justicia y le dio a su seleccionado el empujón que necesitaba para ingresar en los octavos de la Copa del Mundo, donde lo espera Costa Rica, probablemente la gran sorpresa de este campeonato.