Lo reconoció Agustín Carrara, entrenador del equipo de rugby de San Albano. En diálogo con De Brown, analizó el rendimiento del conjunto en la última temporada y explicó por qué no seguirá como técnico de la Primera.
San Albano comenzó la fase regular con el anhelo de ingresar al Top 14. Sin embargo, no pudo cumplir esa expectativa y tuvo que disputar el torneo de Reubicación para poder asegurar su continuidad en la máxima categoría el próximo año. En esta fase, fue uno de los animadores, pero se quedó en la puerta de las instancias finales.
En dialogo con www.deBrown.com.ar, Agustín Carrara realizó un balance de lo hecho por sus dirigidos y manifestó: “Nuestro objetivo en esta última parte del año era clasificar a semifinales y no lo logramos. Mejoramos en ataque, pero nos queda el sabor amargo de haber ganado un sólo partido de los últimos cuatro”.
El coach llegó hace cuatro años al conjunto de Corimayo como formador y asistente de los entrenadores. Tras el alejamiento de Julio Menghi y Diego Bongiovanni a principios de la temporada, se hizo cargo de la primera y lo dirigió durante 2015.
Cuando asumió como técnico principal, más allá de un objetivo puntual, apostó por lograr un mejor funcionamiento colectivo como meta principal. En ese punto, señaló que su escuadra “por momentos, jugó mejor”, pero le faltó regularidad y continuidad a lo largo del campeonato.
“Cuando pudimos desplegar nuestra idea de juego, nos impusimos con autoridad y ganamos con punto bonus. Pero no lo pudimos mantener y sólo se alcanzó en algunos partidos”, agregó.
Siguiendo con su análisis, sostuvo que, en algunos duelos, les faltó madurez para tomar las decisiones correctas y encarar encuentros que terminaros siendo cruciales. “Hubo pleitos en donde nos metieron dos tries en tres minutos. Son descuidos que te cuestan puntos y te dejan afuera de lo que estás peleando”, explicó.
Como aspecto positivo, resaltó la evolución del elenco con sede en Espora en el tema de la indisciplina. “Hicimos mucho hincapié en ese aspecto y mostramos una clara mejoría. Cerramos con un promedio de 11 penales por partido. Si bien costó mucho y sigue habiendo casos puntuales, tuvimos un buen comportamiento”, remarcó.
Al hablar de su continuidad, confirmó que el próximo año no seguirá en el banco de Albano, pero está analizando la posibilidad de seguir vinculado a las categorías menores. “Estar al frente de la primera es muy desgastante. Vivo en La Plata, lo que me demanda mucho tiempo de viaje para asistir a las prácticas y partidos. Aún no decidí si continuaré en el club desde otro lugar o buscaré nuevos horizontes”, aseguró.
En ese punto, la dirigencia del elenco de Corimayo hizo una apuesta fuerte y contrató a Alejandro Conti para que se haga cargo del plantel superior. El experimentado coach viene de clasificar a los Play Off a Virrey del Pino y además, se desempeña como colaborador del seleccionado de la URBA.
Sobre el tiempo que llega vinculado a la institución de Burzaco, señaló que se hizo un buen trabajo, ya que el equipo cambió su manera de ver el juego, con más agresividad y rapidez. “Ojalá se acentúe en ese aspecto y los jugadores se convenzan que pueden jugar mejor sin ser tan esquemáticos”, añadió.
En torno al futuro de la escuadra, sostuvo que hay un plantel con jugadores muy experimentados que son muy abocados al entrenamiento y que tienen ganas de mejorar. “Este año implementamos practicar tres veces por semana. Ojalá que quién tome la posta siga con esta rutina porque es la única manera de progresar. Sin sacrificio no se consigue nada, en el rugby y en la vida”, concluyó.